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Cambio de Twitter

De los varios cambios en la gestión de gobierno en Estados Unidos uno simpático, para matizar el tono negativo al respecto de este suceso, es el cambio de titular de la cuenta de Twitter del Presidente. Me explico. La cuenta de Twitter del presidente de Estados Unidos @POTUS le pertenece al Estado, no a Barack Obama. POTUS significa President Of The United States. Como tal, Barack Obama no puede llevársela, la traspasa al siguiente mandatario, en este caso, a Donald Trump.

Pero el traspaso no se realiza con todos los “activos”, es decir, no se traspasa con los tuits publicados por Obama (o por el equipo de Obama) desde la cuenta @POTUS, sino que se abre una nueva cuenta @POTUS44 que se convierte en una cuenta de archivo y se traspasan los tuits allí. Lo mismo sucede con la cuenta oficial de Twitter de la primera dama, @FLOTUS, que traslada los tuis emitidos por Michelle Obama a @FLOTUS44, y con la cuenta del exvicepresidente, Joe Bidden, @VP y la cuenta @VP44; y la del portavoz del Ejecutivo Josh Earnest @PressSec.

Estas cuentas de la gestión de gobierno 44 serán administradas por la  National Archives and Records Administration (NARA), el archivo nacional de ese país que guarda toda la documentación que los funcionarios públicos utilizan durante el ejercicio de su cargo. Se trata de un procedimiento estatal de archivo de documentos públicos. En Bolivia debería suceder esto por cinco años en el archivo de Palacio o del Ministerio de la Presidencia, y después pasar por 10 años al Archivo Central, que está en el Banco Central de Bolivia. De allí, esta entidad debe considerar si se trata de un archivo con carácter histórico para enviarlo al Archivo Nacional de Sucre. Es así como se procede con los archivos públicos y entendiendo que lo que se emite en una cuenta de Twitter tiene carácter público y oficial, ese sería el procedimiento. Surge la duda si los archivos estatales estarán listos para esto en Bolivia.

Las disposiciones legales de archivo no hablan de exclusivos soportes físicos, de allí que también se permitirían soportes digitales, aunque no se menciona esto explícitamente. Pero más allá del Babel de las normas del Estado, habrá que pensar en algunas normas de archivística digital: formatos abiertos y que sean legibles dentro de 10, 20 o más años; soportes, tiempo, metadatos, etc. Parece ser que éste es un tema interesante para la administración del Estado, tema que tendrá que ser previsto en el caso de las cuentas en redes sociales que tienen carácter oficial.

Para no dejar la historia inconclusa, en el caso de Trump parece que continuará utilizando su cuenta personal @DonaldTrump, que tiene más de 20 millones de seguidores, frente a la de @POTUS, que tiene 10,5 millones.