Icono del sitio La Razón

La locomotora del crecimiento

El nuevo año trae consigo desafíos, nuevos planes y sin duda las expectativas de un mejor porvenir, que denote la mejora en el bienestar de la población, considerando tanto iniciativas de inversión privada, como públicas. El lector recordará que en este último tiempo las autoridades encargadas de la política económica, nos han venido diciendo que “la inversión pública es la locomotora del crecimiento”. Si consideramos que la inversión se refiere al empleo de un capital en alguna actividad, con el objetivo de incrementarlo, en este caso, dicho “empuje” impactará de manera positiva en el Producto Interno Bruto.

Desde 1990 hasta 2016, las diferentes administraciones de gobierno han logrado ejecutar en el país cerca de $us 38 mil millones, destinados a proyectos de infraestructura, proyectos sociales, como también proyectos productivos, entre otros. El sector privado ha logrado invertir en ese mismo periodo de tiempo, cerca de $us 31 mil millones.     

En ese sentido, realizando un análisis econométrico, si se considera el impacto propiamente dicho, un incremento del 1% en la inversión pública, genera un efecto positivo y favorable, siendo que logra generar un incremento equivalente al 0,47% del PIB, valga decir que incentivar a la mayor ejecución de los recursos disponibles para inversión pública, tiene significativo impacto, mayor incluso a aquel generado por la inversión privada, donde se observa que ante un incremento del 1%, se logra un efecto positivo del 0,14% sobre el PIB.  

Es decir, hoy en día para el país la importancia que tiene la inversión pública, considerando el efecto multiplicador que ésta genera, es nomás el de una “locomotora del crecimiento”, siendo que en la actual coyuntura desfavorable de precios internacionales, solo podemos pensar que la lógica de la actual administración gubernamental, otorgará protagonismo a los resultados que se están obteniendo en esta materia, a diferencia del eterno protagonismo que tuvo la venta de gas natural, considerando sin duda la incidencia que se espera tener sobre el PIB.

En ese sentido, si se quiere evitar de cualquier manera una brusca desaceleración de nuestra economía, se va a seguir apostando a incrementar el presupuesto de inversión pública, por lo tanto, esto explica por qué se están contratando créditos externos, principalmente con el Gobierno de la República Popular de China, siendo que ante la baja de precios internacionales, por lo tanto la de los recursos de I.D.H., solo se podrá garantizar el presupuesto adecuado y la posterior ejecución, si se logra el financiamiento mediante acreedores internacionales, como el ya citado, por lo que se está apostando todo a la inversión pública, es decir “nuestra locomotora”, hoy debe seguir funcionando de la mejor manera, para poder resistir los embates de los “vientos fuertes” que avecinan crisis económicas en la región.

Por lo tanto, que a nadie le extrañe que se sigan gestionando a futuro más Créditos Externos, ya que hasta no ver una mejora en el panorama de precios internacionales del petróleo, principalmente, todas las balas serán depositadas en garantizar que la “locomotora del crecimiento” siga funcionando, con los volúmenes de presupuesto de inversión que se requieren y con el nivel óptimo de ejecución, que garantice las tasas de crecimiento económico deseadas.

Es economista.