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Un arsenal sin dueño

La semana pasada se incautó en Santa Cruz de la Sierra un arsenal de al menos 75 armas de fuego que fue internado al país en un container que transportaba un tractor, al que se le adhirió una estructura metálica donde estaba escondido el armamento. No está claro quién era el verdadero destinatario del embarque y, como sucede en estos casos, las sospechas menudean.

Por ahora, lo que se sabe del asunto es que el cargamento salió del puerto de Everglades, en Florida, EEUU, en noviembre de 2016, que tras atracar en al menos dos puertos llegó en enero al puerto de Arica, Chile, y que al cruzar la frontera boliviana en Tambo Quemado se identificó el peligroso alijo gracias al escáner de rayos x de la Aduana Nacional, cuyos efectivos custodiaron la carga hasta su destino final con la intención de dar con el dueño del cargamento.

Una vez en la capital cruceña, las autoridades, además de decomisar el cargamento, que según el Ministro de Gobierno está compuesto por al menos 75 armas, entre fusiles de largo alcance y pistolas de fabricación estadounidense, rusa, checa, húngara, búlgara y rumana —junto con otros productos, entre ellos teléfonos móviles, todo valorado en Bs 321.000—, arrestó a seis personas: el conductor que introdujo el contenedor en su camión de Chile a territorio boliviano; a la dueña de la empresa importadora que embarcó la carga en EEUU; y a cuatro tramitadores que hicieron las gestiones para desaduanizar la mercadería.

Poco después, también se arrestó en Trinidad a la esposa del supuesto destinatario de la carga, quien logró huir; la mujer recobró la libertad con medidas sustitutivas debido a que tiene un bebé con pocos días de nacido.

Aunque hasta el momento de escribirse este artículo el verdadero destino del cargamento era un misterio, durante el fin de semana menudearon las versiones que apuntaban a que se trata de un nuevo intento de provocar enfrentamientos, como sucedió en 2009, cuando se desarticuló, también en Santa Cruz, un grupo de mercenarios que supuestamente tenía el propósito de  independizar todo el departamento.

Otras versiones, opuestas, apuntaron a la creación de una cortina de humo en vísperas de las movilizaciones por el 21 de febrero.

Por su parte, el Ministro de Gobierno señaló que existe la probabilidad de que se trate de un arsenal destinado a alguno de los cárteles brasileños del narcotráfico, hipótesis plausible considerando que se conoce de al menos 10 casos similares, según reportes del diario cruceño El Deber.

Sea cual fuere la verdad, es imperativo que las autoridades hagan todo lo que esté a su alcance para hallarla y darla a conocer, pues de lo contrario solo darán pie a que las sospechas y los rumores se multipliquen, mermando, en cualquier caso, la sensación de seguridad que el Estado tiene la obligación de proveer a todos los habitantes del país.