Exportaciones en 2016
En 2016 las exportaciones del país se redujeron por segundo año consecutivo. En 2015 cayeron un 32% respecto al nivel alcanzado en 2014 y en 2016 cayeron un 19% adicional, lo que implica que en el periodo 2014-2016 los ingresos por exportaciones se redujeron en más de $us 5.700 millones. Esa significativa caída es explicada principalmente por las exportaciones de hidrocarburos que en el periodo mencionado disminuyeron en más de $us 4.400 millones, con el consiguiente efecto sobre los ingresos de los gobiernos central y regionales. El efecto precio que durante muchos años favoreció a las exportaciones de materias primas, pero que a fines de 2013 comenzaron a caer, es la principal razón que explica este preocupante comportamiento para una economía altamente dependiente de las mismas.
Durante muchos años, el Gobierno apostó por las materias primas porque sus elevados precios le permitían percibir ingresos para pagar los diversos bonos que ha implementado, aumentar la burocracia estatal, crear y financiar empresas públicas, etc., consciente de que podría ser una mala apuesta más aún cuando se exportan a reducidos mercados, porque su éxito depende de variables no controlables, como sus precios y la situación económica, política o decisiones de los países a los cuales se exportan. Pero además hizo esa apuesta sin las espaldas suficientes porque durante los años de bonanza no se descubrieron nuevas reservas ni se desarrollaron nuevos mercados.
En las gestiones 2015 y 2016, la caída del precio del petróleo fue la principal razón de la reducción de las exportaciones de hidrocarburos y, si bien, gracias al acuerdo que alcanzaron los países productores miembros y no miembros de la OPEP al finalizar 2016 para limitar la producción de crudo, su precio se está recuperando (aunque sin posibilidad alguna de alcanzar los precios registrados antes de 2014), ahora el Brasil que es el principal mercado de exportación, debido a la crisis económica que enfrenta, está demandando la mitad del volumen que demandó los pasados años. Consiguientemente, es altamente probable que los ingresos por exportaciones de hidrocarburos no mejoren en 2017, ya que los mejores precios del petróleo pueden quedar contrarrestados por los menores volúmenes demandados por el Brasil a lo que habría que adicionar la aparente imposibilidad que se tiene para cumplir los volúmenes contratados con Argentina. Y esta situación se puede dar a pesar de que Brasil, por la cláusula “take or pay” (lo tomas o pagas) del contrato, pague por el volumen mínimo de 24 MMmcd día, aunque demande menos de esa cantidad. Al respecto cabe mencionar que, faltando dos años para la conclusión del contrato con Brasil y a fin de que los gobiernos regionales vayan tomando sus previsiones, corresponde que el Gobierno informe públicamente el estado de situación de la obligación que se tiene con ese país por el gas que pagó pero que no le ha sido entregado, porque en algún momento se tendrá que entregar el gas adeudado sin recibir ingreso alguno.
Si los ingresos por exportaciones de hidrocarburos no mejoran y el Gobierno ejecuta el gasto y la inversión pública presupuestados, es muy probable que el déficit fiscal en la presente gestión sea similar al presupuestado del 7,8% del PIB e incluso mayor (lo que significaría cuatro años consecutivos de déficit fiscal creciente), que el saldo de la balanza comercial sea aún más negativo y las reservas continúen cayendo.