Santa Cruz, la más alumbrada
En aquella época servidores públicos diseñaron la lámpara de alumbrado público que hoy aún funciona
Hace 25 años, el ingeniero Oscar Alfonso Ichaso Aguilera fue nombrado primer director del programa municipal de alumbrado público de Santa Cruz de la Sierra; programa que se creó con dos premisas: recuperar para la autonomía municipal la tasa pagada por los usuarios a través de la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE), recursos que hasta entonces administró la cooperativa; y diseñar e implementar un plan universal local de iluminación de avenidas, parques, plazas y todas las unidades vecinales; servicio que hasta entonces era reducido y se distribuía por sectores.
“La historia de esfuerzos conjuntos con la CRE fue larga: en agosto de 1993 terminamos con los inventarios en toda la ciudad, conciliamos cuentas y acordamos los parámetros de consumo de las distintas luminarias, los cuales creo que siguen vigentes hasta el presente. Además, rayamos la cancha en cuanto a la recaudación y manejo de recursos, así como también la manera en que se iba a encarar, en forma masiva y sin exclusiones, la dotación barrial, y desde luego, el mantenimiento masivo vía operadores privados. Todo lo anterior inédito hasta entonces”, relataba el Ing. Ichaso diez años después.
“A pesar del crónico descreimiento ciudadano por el largo historial municipal de ineficiencia y corrupción, asumimos plenamente las responsabilidades, y logramos el suficiente crédito ciudadano para implantar un sistema de iluminación moderno y eficiente con materiales y tecnología adecuada. No recibimos absolutamente nada de las anteriores administraciones municipales, y logramos cuadruplicar en poco más de dos años de trabajo neto la cantidad de luminarias instaladas; adquirimos vehículos, herramientas, equipos, etc. Se constituyó un equipo humano valiosísimo, entrenado y adiestrado para labores de oficina con un control computarizado de inventarios, almacenes, contabilidad y administración; así como en la fiscalización ‘on line’ de los contratistas instaladores y de mantenimiento. Se montó un complejo de laboratorios, almacenes, talleres, parque de pruebas y oficinas en una extensión de más de una hectárea sobre el 4º anillo externo de circunvalación.
Se sanearon las finanzas y se dejó a la próxima administración municipal todo asado y cocido: además de disponer de más de 52.000 luminarias en buen estado de servicio, se dejaron financiadas y en plena licitación las famosas 34.080 luminarias (famosas porque dizque se extraviaron cerca del 30%)”, describía a una década de la creación de la unidad operativa de alumbrado público.
En dicha unidad se llevó a cabo el jueves una sesión del Concejo Municipal, donde fueron distinguidas varias personas. Una de ellas fue mi papá. Después de 18 años, se reencontró con Percy Fernández y recibió el reconocimiento por aquellos tiempos históricos, cuando la inseguridad ciudadana campeaba por la oscuridad de las calles y los innumerables lotes baldíos.
En aquella época servidores públicos diseñaron, probaron y aprobaron la lámpara de alumbrado público que debió construir la industria europea para proveer un servicio de bajo costo (tecnología de sodio), resistente a los piedrazos de los dañinos y malvivientes y a las lluvias frecuentes. Es la que ilumina hasta ahora las calles cruceñas. Seguramente pronto será reemplazada por la nueva tecnología led, también de bajo consumo.
Cada vez que miro por la ventanilla de un avión que aterriza o despega la imagen nocturna de la ciudad iluminada sé que desde 1995 ésta tiene tu firma, papá. Cumpliste con tu deseo vital de volver a tu tierra natal, y aportar a la región que querían los cruceños que salieron al exterior a formarse a mitad del siglo pasado, apoyados sacrificadamente por sus familias. Gracias, papá, el jueves recibiste un acto de justicia a tus 80 años. Muchas felicidades, con mucho orgullo.
* es directora de Idearia, comunicación y educación públicas. Twitter: gabitadelsur; www.gabrielaichaso.com