Icono del sitio La Razón

Asaí para la adaptación

El asaí es considerado uno de los 10 superalimentos del planeta, calificado así por su gran concentración de antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento prematuro. A escala mundial el asaí brasileño (principalmente el Eutrerpe oleracea) ha ganado reconocimiento por su elevado poder antioxidante. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que el antioxidante que posee la especie nativa de Bolivia, el Euterpe precatoria, es 80% superior al de los frutos de la Euterpe oleracea.

La palmera de la que se recolecta el asaí boliviano se encuentra principalmente en los bosques amazónicos de La Paz, Pando, Beni y Santa Cruz; casualmente los mismos en los que se recolecta la castaña; fruto cuya producción, cabe recordar, sufrió una drástica reducción este año, debido a la falta de lluvias por causa del cambio climático, la deforestación y la degradación de los bosques.

Si bien algunas comunidades campesinas e indígenas han decidido recientemente aprovechar las oportunidades de un mercado creciente y otorgar valor agregado al asaí a través de la comercialización de pulpa en el mercado nacional, su principal fuente de ingresos monetarios continúa siendo la recolección de castaña; fruto clave de una economía estacional, en la que la recolección de asaí constituye una actividad complementaria, como parte de su estrategia de subsistencia.

La naturaleza es muy sabia. Afortunadamente el periodo de recolección del asaí (época seca) no interfiere con el de la castaña (época de lluvia), y podría constituirse en una estrategia efectiva de diversificación de ingresos, adaptación al calentamiento global y manejo integral y sustentable de los bosques, principalmente en las regiones del norte amazónico cuyas estrategias de subsistencia se han visto afectadas por la crisis climática.

Pero primero se debe dinamizar la cadena de valor del asaí. Para ello resulta imperioso incorporar las lecciones aprendidas de las recientes denominadas crisis del sector forestal y de la castaña. El fortalecimiento del primer eslabón es clave, con la efectiva incorporación de los recolectores en la cadena productiva. Para ello se deben promover arreglos institucionales que aprovechen las fortalezas de cada actor, a fin de evitar intermediarios que debiliten las posibilidades de desarrollo de los recolectores en la cadena. Ello ha sucedido por ejemplo con el “habilito” y la competencia entre empresas y comunidades en el sector forestal. Además, la simplificación de los instrumentos de gestión de bosques contribuiría a su real implementación, principalmente entre las comunidades indígenas y campesinas, donde se encuentran estos importantes bosques.

* es directora ejecutiva de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).