Peligro en las calles
Esta elevada siniestralidad tiene que ver con los malos hábitos de conductores y peatones.
En Bolivia, en promedio ocurre un accidente de tránsito cada 52 minutos. En casi dos tercios de los casos (61%) los transportistas son los responsables; en el resto son los conductores de automóviles privados. Esta estadística debe causar alarma, pues tal siniestralidad, de por sí muy elevada, tiene que ver con los malos hábitos de conductores, pasajeros y peatones.
En efecto, según el Boletín Estadístico Anual que publica la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS), en 2016 se registraron 10.095 hechos de tránsito que requirieron la intervención de las firmas que ofrecen el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), lo que significa que probablemente la cifra real de accidentes sea mayor, en la medida en que no todos los hechos de tránsito son denunciados ni registrados.
De acuerdo con el mismo documento, este número de accidentes demandó un desembolso total de $us 13,9 millones, empleados para pagar la cobertura de gastos médicos (76%), gastos de fallecimiento (24%) y gastos de incapacidad provocada por el accidente (10%). Otros datos del informe revelan que 17.642 personas (entre heridos y fallecidos) resultaron afectadas por los accidentes; el 76% estaba a bordo de los vehículos siniestrados y el resto eran peatones. No se tiene el dato de cuántos accidentes fueron provocados por los conductores y cuántos por los peatones.
Según el Director Departamental de Tránsito de La Paz, cuatro son las principales causas de los accidentes: alto consumo de alcohol entre los conductores, factores climatológicos, errores humanos y el estado de las vías. Agrega el jefe policial que las personas fallan en su rol de peatón o de conductor debido a “la falta de precaución”, a causa de la habitual falta de conocimiento y respeto de las normas de tránsito; ejemplifica señalando que las personas “no utilizan los pasos de peatones, no respetan el semáforo, no se valen de las pasarelas y no hacen uso del cinturón de seguridad”.
Ayuda a comprender la gravedad del problema el considerar que, según un informe de la OMS para 2015, en América Latina Bolivia ostenta el tercer lugar en número de muertes por accidentes de tránsito (23,2 por cada 100.000 habitantes), con República Dominicana y Brasil en primer y segundo lugar, respectivamente.
La solución obvia para este problema está, por una parte, en aplicar de manera efectiva controles para asegurar el cumplimiento de la norma y, por otra, hacer más y mejores esfuerzos por mejorar la educación vial de toda la población. Mientras las autoridades y la población sigan considerando aceptables todas las actitudes y comportamientos que provocan la inseguridad vial, es previsible que seguirá aumentando año tras año el número de personas que resultan heridas o muertas en accidentes que podrían haberse evitado.