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Filemón Escóbar en la Historia

En mayo de 1986, la mina San José ardía por los debates en el plenario de la Federación de Mineros. Filemón Escóbar sostenía la Tesis de Catavi, que apuntaba a defender la “coyuntura democrática” para frenar las posturas radicales que proponían derrocar el gobierno de Hernán Siles Zuazo, acorralado por fuerzas opositoras (MNR y ADN) que controlaban el Parlamento. En ese mundo sindical donde los oradores se respaldaban con citas a Lenin y Trotsky, Filemón afirmaba que el enemigo principal no era el reformismo de la UDP, sino el fascismo. Y que había que preservar la democracia como el escenario privilegiado para la actuación política de los sindicatos, a los que concebía como “órganos de poder”.  Venció, con Simón Reyes, a Juan Lechín Oquendo, quien era respaldado por fracciones radicales de izquierda. La interpretación de Filemón acerca de la democracia rescataba la tradición minera de participación política en contraste con posturas insurreccionales que fracasaron en las “jornadas de marzo” de 1985. Fue el preludio de la victoria electoral de Hugo Banzer, la elección presidencial de Víctor Paz y el inicio del “ajuste estructural” que provocó la debacle del proletariado minero.

Su concepción de “coyuntura democrática” distinguía a Filemón de sus detractores (eran legión, y estos días se pusieron una máscara hipócrita de admiración), puesto que, al margen de considerarla una fase de transición al socialismo, ponía a la democracia en el centro de la política. Era un tránsito de la revolución a la democracia, expuesto en su libro Testimonio de un militante obrero (1984). La democracia en el centro. Por eso, Filemón estaba sonriendo en la plaza San Francisco cuando los mineros y los alteños tomaron La Paz en octubre de 2003. La insurrección derivó en sucesión presidencial porque el MAS era la principal fuerza política opositora y su apuesta era el cambio del modelo neoliberal y la derrota de los partidos tradicionales, respetando la institucionalidad democrática. Esa coyuntura democrática concluyó en victoria nacional-popular.

Su noción de “coyuntura democrática” iba de la mano con su visión de los sindicatos como “órganos de poder”. Los sindicatos, en su vertiente campesina, habían conformado un  “instrumento político” (MAS) que tuvo victorias electorales desde 1997  y provocó la transformación política más profunda de nuestra historia con la victoria de Evo Morales en 2005. Ese resultado también tiene como protagonista a Filemón, quien hizo un giro discursivo en 1985 cuando acompañó en binomio presidencial a Genaro Flores, líder del katarismo: “la clase obrera ya no es la vanguardia, debe ir detrás de los indios”. Cuatro años después fue elegido diputado por Cochabamba, sobre todo con el voto de los cocaleros. Ese tiempo realizaba en el Chapare una labor de formación política y sindical. Ahí reforzó su relación con Evo Morales e impulsó la opción por una vía democrática cuando los campesinos cocaleros eran sometidos a una brutal represión y discutían la creación de “grupos de autodefensa”. Así surgió el liderazgo sindical de Evo Morales, dirigiendo la resistencia en Chimoré, y se tradujo en adscripción a la democracia cuando fue elegido diputado uninominal en 1997. La creación del “instrumento político” y su victoria electoral en 2005 era una confirmación indirecta de la Tesis de Catavi. Estas fueron enriquecidas con otro giro discursivo, cuando Filemón publica De la Revolución al Pachakuti, donde condensa sus ideas acerca de la complementariedad entre opuestos (k’aras e indios). Ese libro fue publicado en 2008, no obstante esa directriz fue impulsada por Filemón desde años antes y, en cierta medida, se expresa en la conducta política de Evo Morales, quien en varias oportunidades, desde 2005, avanzó hacia el centro para concertar en busca de equilibrios políticos y sociales. Las ideas de Filemón fueron decisivas para que la izquierda se identifique con la democracia, el cambio político se sustente en los sindicatos y los protagonistas sean campesinos e indígenas. Ese es su legado. Y merece respeto.