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Ranas gigantes amenazadas

El pasado miércoles, una nota publicada en este diario alertaba sobre el empleo de sangre de ranas provenientes del lago Titicaca para la “curación” de diferentes enfermedades, como la tartamudez. Quienes promueven esta práctica, principalmente en El Alto, la asocian con la medicina tradicional andina. Sin embargo, especialistas consultados por este diario afirman que no existe ninguna prueba científica ni empírica que compruebe su efectividad. Al contrario, advierten sobre la posibilidad de la transmisión de enfermedades, por cuanto estos anfibios viven en lugares muy contaminados y su sangre suele portar diferentes parásitos.

Además de esta advertencia, no sobra recordar que la rana gigante del lago Titicaca se encuentra en peligro de extinción, debido justamente a la pesca furtiva de la que es víctima para el abastecimiento de los insumos de la “medicina tradicional”, pero también por el elevado grado de contaminación que registra ese humedal, procedente de la actividad minera y del desecho de residuos sin tratamiento de los centros poblados que se encuentran en su entorno. Estos motivos deberían ser más que suficientes para que las autoridades se propongan tomar cartas en el asunto, con el fin de salvaguardar la salud de la población y la supervivencia de este anfibio de gran tamaño, único en el mundo..