Las Naciones Unidas declararon el 27 de junio Día Mundial de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes). Se justifica este día especial ya que éstas desempeñan un papel clave en la economía global como generadoras de puestos de trabajo. En los países andinos este sector representa más del 94% del universo empresarial, siendo el motor más importante de empleo.

No obstante, todavía el potencial de este sector no suele ser aprovechado por completo. La creación y el desarrollo de empresas sostenibles requiere la integración de elementos esenciales del desarrollo, tales como el crecimiento económico, el progreso social, el sistema institucional y los aspectos medioambientales. Sin embargo, muchas veces hay obstáculos que impiden este entorno propicio.

Entre los principales obstáculos internos para las actividades y el crecimiento de las empresas puede enumerarse la falta de competencias de gestión (sobre todo el acceso a personal calificado y/o que responda a las necesidades de las empresas), información limitada de servicios de apoyo y poco acceso a la información de los mercados.

Como obstáculos externos se ha identificado la falta de acceso a la financiación, la informalidad, la infraestructura insuficiente, la inestabilidad política, la falta de claridad y coherencia en políticas de fomento empresarial y normativa, y una información limitada de servicios de apoyo, entre otros.

Todas estas barreras provocan una baja competitividad y productividad en el sector de las Mipymes. También existen los desafíos de conciliar productividad con prácticas responsables y sostenibles en el lugar de trabajo, como lo es el respeto de los derechos laborales y la mejora de las condiciones de trabajo para generar empleos dignos.

El fomento de las Mipymes requiere atender todos estos factores que limitan su potencial de crecimiento, e impulsar de manera integral su competitividad y productividad a través de políticas públicas innovadoras, coherencia institucional, servicios de desarrollo empresarial constantes y diversificados y una alianza público-privada efectiva.

Se trata de un desafío complejo, pues es un fenómeno multidimensional y el mundo de las Mipymes es sumamente heterogéneo. Frente a este contexto, la OIT promueve un enfoque integral y sostenible basado en las personas para el desarrollo de empresas. Programas de esta organización como Inicie y Mejore su Negocio (Imesun), Gestión de Cooperativas Agrarias (My.Coop), Cadenas de Valor o Score han contribuido a potenciar el desarrollo empresarial y a promover el trabajo decente de las Mipymes en países como Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Es por eso que la OIT se suma a la celebración, mañana, del Día Mundial de las Mipymes, fecha que representa una buena oportunidad para reflexionar acerca de la importancia de promover este sector por su contribución especial al crecimiento económico, pero también y sobre todo en lo que se refiere a la creación de empleo.