El sociólogo francés Pierre Bourdieu nos recuerda que en la noción de norma vive la idea de división y diferenciación del mundo social. Así, en la conferencia denominada El campo político señala “Nomos viene del verbo nemo, que quiere decir operar una división, una partición; comúnmente es traducido por ley, pero también es, más precisamente, lo que llamo principio de visión y división fundamental característico de cada campo”. En un sentido similar, el constitucionalista lemán Carl Schmitt señala que norma se refiere a asentamiento y ordenación, es decir, una forma de dividir la tierra, ordenar a sus habitantes y evitar los conflictos. Por ello, una norma podría ser tanto la costumbre, y cuya eficacia se encuentra en la repetición, como la prescripción que busca lograr una conducta determinada; es decir, un deber ser.
Las esferas del ser y la del deber ser se diferencian porque la primera es descriptiva (por ejemplo, la puerta está cerrada) y la segunda, prescriptiva (por ejemplo, la puerta debería estar cerrada). La primera describe la realidad, la segunda emite un juicio, señala un imperativo, un algo que debe ser. En alemán el verbo “deber ser” se dice “sollen” y los traductores de las obras de Kant y de Kelsen (cuando éste escribía en alemán), tienen problemas, en tanto el término “deber ser” en castellano no posee la fuerza imperativa del verbo en alemán.
Las afirmaciones en la esfera del ser pueden ser verdaderas o falsas, según corresponda la preposición con la realidad. Por ejemplo, si la puerta a la que nos referimos efectivamente está cerrada, la proposición es verdadera. Las prescripciones en la esfera del deber ser no son ni verdaderas ni falsas, dado que son prescripciones de realización. Sin embargo, éstas pueden ser correctas o incorrectas, depende de si tienen lógica y validez, en el marco de la normatividad de referencia.
Lo que busca la norma es orden, es lograr su performatividad, lograr guiar, someter o coordinar la conducta de los seres humanos. Por ello se dice que la norma jurídica es una regla de conducta cuyo fin es el cumplimiento de un precepto legal. De ello también se desprende las clasificaciones del Derecho Público (que subordina la voluntad de los individuos) y el Derecho Privado (que coordina la voluntad de los individuos).
Entre las características de las normas jurídicas se encuentran la sanción (o su ser coactivo); la forma lógica, es decir la formulación hipotética con ambición universal; y la derrotabilidad, que significa que bajo determinadas circunstancias una norma puede no aplicarse, por ejemplo, cuando las partes consideren que la aplicación de la norma puede generar un mayor conflicto que el que se pretenda resolver; es decir, es una norma injusta.
es abogado y filósofo.