En los primeros seis meses del año, en la ciudad de Cochabamba al menos 25 personas murieron en accidentes protagonizados por motociclistas. Esta elevada cifra, que se repite en mayor o menor medida en el resto de las urbes del país, deviene sobre todo por la irresponsabilidad de quienes utilizan este medio de transporte. Y es que no son pocos los motociclistas que manejan a grandes velocidades sin portar cascos de seguridad; algunas veces acompañados con uno o hasta tres pasajeros, quienes tampoco suelen utilizar cascos. Además, aprovechan la versatilidad de sus vehículos para circular entre los automóviles sin respetar las normas de tránsito.
Estos datos ponen en relieve la imperiosa necesidad de mejorar la seguridad vial en las calles y avenidas del país, y en particular de los usuarios más vulnerables: los peatones, ciclistas y motociclistas. Adicionalmente, junto a medidas encaminadas a salvaguardar la vida de la población, sería deseable incorporar resoluciones que prohíban y sancionen el empleo de roncadores u otro tipo de modificaciones que se realizan a los tubos de escape de los vehículos y de las motocicletas con el único propósito de generar más ruido; desconsideración que perturba la salud de la población durante el día y altera el sueño de quienes tienen la mala fortuna de vivir cerca de calles o avenidas concurridas.