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Periodismo ‘farándula’

No se trata de una nota que intente criticar el tratamiento de las noticias de la farándula, que es parte del ejercicio periodístico y que en muchos casos tiene que ver con esa función de entretener a las audiencias; echaremos un vistazo a esas “informaciones” que son parte de una práctica —lamentablemente recurrente— que tiene que ver con la difusión de insultos y posturas retóricas antes que ideas que alienten un debate que no pierda de vista los contextos y los escenarios de los hechos que construyen discursos.

Veamos: hace poco el ministro de la Presidencia, René Martínez, tildó de “racista” al expresidente Carlos Mesa (2003-2005) para rechazar la postura que exteriorizó el historiador sobre la ley que quitó la categoría de intangible al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). ¿Cuál es la noticia? ¿La descalificación a través de un título fácil? ¿“Mesa racista”? El esfuerzo del periodismo debería pasar por explicar, en este caso, los argumentos de todas las partes. Mientras más voces, mejor.

A estas alturas es imposible imaginar un título que denigre o acuse al presidente Evo Morales sin mayores pruebas que la palabra. Y eso está muy bien, porque el periodismo crítico no pasa solo por criticar al Gobierno y a los oficialistas desde la perspectiva de la “farándula”.

Otro, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, estuvo hace algunos días en la Cámara de Diputados para responder a una interpelación solicitada por la diputada Norma Piérola, del opositor Partido Demócrata Cristiano (PDC). Las acusaciones de la legisladora, muchas de ellas sin mucho sustento, se propagaron a través de las redes sociales y fueron materia prima para las noticias del día siguiente. Quedó así en segundo plano el dato que entregó Ferreira sobre los 30 militares que están hoy en el servicio exterior. Esta cantidad formula, por sí misma, una reflexión sobre cómo está la diplomacia profesional boliviana, tomando en cuenta que el país mantiene 34 legaciones en el exterior. 

Es cuestión de enfoque, dirán bien varios colegas y con toda legitimidad. Diré que es oportuno pensar en los lectores o en nuestras audiencias que requieren de insumos para tomar decisiones. ¿El periodismo “farándula” ayuda? Es una duda, también legítima.

A salto de mata podríamos seguir hallando ejemplos sobre el tratamiento de nuestras informaciones, sin negar el esfuerzo de muchos colegas de entregar cada día información útil, incluso capaz de provocar esas reflexiones que son imprescindibles a la hora de reflejar, por ejemplo, hechos de violencia y la violencia machista en particular. Así estamos, y por favor disculpen esta licencia.