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Estúpido que no ve

Hace mucho tiempo que la evidencia científica advierte que el cambio climático es inequívoco y que es causado por las acciones del hombre. Fueron los científicos quienes llamaron la atención internacional sobre las amenazas planteadas por el efecto invernadero. La historia del descubrimiento científico del cambio climático comenzó a principios del siglo XIX cuando se sospechó por primera vez que hubo cambios naturales en el paleoclima y se identificó por primera vez el efecto invernadero natural.

En 1988 se creó el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). En 1990 este grupo presentó un primer informe de evaluación en el que se reflejaban las investigaciones de 400 científicos, que afirmaba que el calentamiento atmosférico de la Tierra era real y se pedía a la comunidad internacional que tomara cartas en el asunto para evitarlo. Las conclusiones del IPCC alentaron a los gobiernos a aprobar la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, que entró en vigor en 1994.

El cambio climático es real, está ocurriendo ahora mismo. Hoy, después de haber seguido en la prensa las noticias sobre el paso de los huracanes como Harvey o Irma y sus devastadoras consecuencias es cuando nos ponemos a pensar si el cambio climático tuvo que ver algo con esto, y nos cuestionamos si esto se trata solo de un fenómeno natural donde el hombre no tiene ninguna interferencia. El cambio climático no ha causado estos fenómenos; sin embargo, el consenso entre los científicos es que los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar y las temperaturas más cálidas de los océanos, hacen que esos ciclones sean mucho más destructivos de lo que hubieran sido en décadas pasadas.

Con alta certeza podemos afirmar que el hombre es el principal responsable del calentamiento global. Después de cerca de tres décadas de constantes advertencias podemos decir que los esfuerzos emprendidos hasta ahora para limitar el calentamiento global no son suficientes, y que solo cambiando este patrón de desarrollo depredador podremos limitar el calentamiento del planeta de tal forma que se garantice la continuidad de la vida en el planeta para las futuras generaciones.

La pasada semana, el papa Francisco utilizó un pasaje del Antiguo Testamento: “El hombre es un estúpido, es un testarudo que no ve. El único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, para criticar que no se toman medidas rápidas sobre el cambio climático. Después de casi tres décadas pareciera que aún los hombres no nos hubiéramos dado cuenta de que nuestras acciones han deteriorado la vida en el planeta, y que solo nosotros podemos cambiar el rumbo de esta historia de destrucción.