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Tren bioceánico

El viernes se ha presentado el resultado del trabajo que el Grupo Operativo Bioceánico (GOB) realizó durante seis meses, con la conclusión de que el Corredor Ferroviario que unirá el puerto de Santos —en Brasil— con el de Ilo —en Perú—, atravesando Bolivia, demandará una inversión de 14.000 millones de dólares que será asumida por las empresas públicas o privadas interesadas en el proyecto.

Esos y otros detalles de lo que será el Corredor Ferroviario Bioceánico Central (CFBC) los ofreció el ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Milton Claros, en el acto de clausura de la I Plenaria, realizado en el municipio cochabambino de San Benito donde estuvieron presentes los delegados del GOB —conformado por profesionales de Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay, además de Bolivia— , además de una misión técnica de Argentina, representantes de empresas internacionales y diplomáticos de países interesados en participar en el proyecto que unirá los océanos Atlántico y Pacífico.

La autoridad precisó que en los tres países por donde pasará esta ruta ya existe el 80% de vía construida, pero que hay que mejorar y rehabilitar, en algunos casos.

Sin embargo, el estudio duplicó el costo previsto en un inicio, porque en 2014 se estimó un presupuesto de 7.000 millones de dólares, que subió a 10.000 millones en 2016 y luego del análisis en las cuatro mesas de trabajo del GOB se fijó en 14.000 millones de dólares la cantidad de recursos necesarios para poner en funcionamiento este proyecto en un plazo de cinco años y que puede ampliarse a siete.

La consigna que guio esa labor fue la de aprovechar lo que cada país tiene en términos de infraestructura ferroviaria, para cubrir los 3.750 kilómetros que separan a  Santos, en el Atlántico brasileño, de Ilo, en el Pacífico peruano.

Claros detalló que en Bolivia será necesaria la construcción de casi 400 kilómetros, desde Bulo Bulo hasta la ciudad de Cochabamba, tramo para el que se realizan los proyectos de preinversión.

Sobre el tren que va desde Puerto Suárez hasta Santa Cruz el proyecto determina que requiere rehabilitación, al igual que la línea que une a Cochabamba con  Oruro y La Paz. Mientras que el tramo Montero-Bulo Bulo, de más de 140 kilómetros de vía férrea, está en plena ejecución y estará listo en 2018.

La iniciativa llamó la atención de empresas de Francia, Alemania y Suiza. El embajador suizo en Bolivia, Roger Denzen, adelantó que su país tiene interés especial por la experiencia que tiene en trenes y ofreció inversión o intercambio de conocimiento.

Esta conexión ferroviaria se sumará a las hidrovías que se trabaja con Paraguay y Uruguay y a los corredores carreteros, para facilitar tanto el comercio y las exportaciones como el tránsito de personas por los países entre ambos océanos. Un paso de mayor integración.