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Malos ejemplos

No es la primera vez que ocurre un caso parecido. Esta semana una autoridad fue detenida conduciendo en estado de ebriedad un vehículo en la carretera La Paz-Copacabana, una de las más transitadas.

El alcalde de Escoma, Natalio Chino Mejía, puso en riesgo su vida y la de muchas personas y cuando fue detenido agredió verbalmente a los agentes de Tránsito. Finalmente su licencia de conducir fue suspendida por un año.

Hace tres meses, el 16 de junio, el presidente del Concejo Municipal de Punata fue aprehendido por la Policía cuando fue sorprendido en flagrancia golpeando a su esposa. También se encontraba en estado de ebriedad. La víctima lo acusó de intento de feminicidio y el juez que atendió el caso fijó para la autoridad medidas sustitutivas y una fianza de Bs 5.000.

Un mes antes, el sábado 6 de mayo, un operativo policial encontró consumiendo bebidas alcohólicas al alcalde y tres internos del presidio de la población de Monteagudo, en Chuquisaca. Ese mismo mes, la Policía atendió en Palos Blancos el caso del accidente de un vehículo oficial en el que se encontraba un viceministro, presuntamente en estado de ebriedad.

El 20 de febrero, la abogada Carmen Lara denunció al jefe de la Policía Fronteriza de Guanay por acoso sexual y abuso deshonesto en estado de ebriedad contra dos menores de edad.

Las autoridades deberían dar ejemplo de cumplimiento de la ley, pero muchas veces hacen lo contrario.