El pasado fin de semana, la Policía presentó a 24 jóvenes y adolescentes de entre 15 y 30 años pertenecientes a cuatro pandillas, que supuestamente operan en el centro de la ciudad de La Paz en horas de la madrugada, principalmente en inmediaciones de la Pérez Velasco, la plaza Alonso de Mendoza y el túnel de San Francisco.
Durante una rueda de prensa, el Comandante de la Policía explicó que los pandilleros fueron atrapados en flagrancia, mientras asaltaban de manera violenta a los transeúntes, amén de agredir sexualmente a las mujeres. Esto gracias a un operativo protagonizado por policías encubiertos, organizado luego de que los vecinos denunciaran el incremento de atracos violentos en los barrios antes mencionados.
Se espera que esta detención contribuya a reducir temporalmente los índices de criminalidad en el centro de la sede de gobierno y en los barrios periféricos. Sin embargo, previsiblemente con el paso de los días la delincuencia cobrará otra vez fuerza, pues responde a un fenómeno multidimensional cuyas raíces siguen intactas.
Por ello, esta problemática debiera ser enfrentada con planes integrales y holísticos a corto, mediano y a largo plazo que vayan más allá de respuestas fáciles orientadas únicamente en el ámbito represivo, apuntando más bien a erradicar los factores como la pobreza y la exclusión que promueven hechos de violencia, el consumo de drogas y la proliferación de las pandillas.