Arnaldo Lijerón Casanovas
Hace varias décadas mi padre, Antonio Carvalho Urey, me presentó a Arnaldo Lijerón Casanovas; desde entonces nos hicimos amigos porque descubrimos que teníamos muchas cosas en común: la literatura en general, la nacional y la amazónica en particular; además de la historia de los pueblos indígenas de nuestra región. Arnaldo murió el 25 de septiembre y con él desaparece el último de una gran estirpe de luchadores por los derechos históricos del Beni. Los benianos hemos perdido a uno de nuestros padres en el sentido cívico e histórico y nos quedamos un poco más huérfanos.
Arnaldo fue un intelectual polifacético, autor de biografías, libros de historia regional, investigaciones sociales y folklóricas. Todos sus libros, que son muchos, están dedicados a la defensa de nuestra integridad territorial, cultural y étnica. Abrazo el alma de sus familiares. Arnaldo nació en Trinidad de Mojos (como a él le gustaba aclarar) el 16 de julio de 1947, año de una de las más grandes inundaciones, y se formó como maestro en la Normal Superior de Sucre, y como pedagogo en la Universidad Técnica del Beni.
Siempre fue un rebelde, desde el colegio, donde integró la Federación de Estudiantes de Secundaria. Sus ideales estuvieron al servicio de los humildes, de ahí que no haya extrañado a nadie su participación en la Primera Marcha Indígena por el territorio y la dignidad, que partió de Trinidad un lejano 1990 y que, al visibilizar a los indígenas de tierras bajas, cambió al país, logrando la inclusión de algunas de sus reivindicaciones en las reformas constitucionales de 1994, y que en la CPE de 2009 ya son plenas.
Arnaldo deja publicados, entre otros libros, las biografías de Antonio Vaca Díez, Germán Busch, Fabián Vaca Chávez y de César Chávez Taborga; el estudio lingüístico Toponimia y cultura en Bolivia, con el que ingresó a la Academia Boliviana de la Lengua; y el de Mojos-Beni, introducción a la historia amazónica. También publicó Facetas de la cultura beniana, Mojos-Beni, introducción a la historia amazónica; Félix Sattori Román y su obra cultural y Antonio Vaca Diez, genio industrial y geopolítico boliviano. Se preocupó por destacar la vida y la obra de varios autores amazónicos, lo hizo de manera humilde, sin la soberbia de otros que han usado el apelativo amazónico para su propio beneficio.
Durante su vida recibió muchos reconocimientos, premios y distinciones de varias institucionales municipales, departamentales y nacionales. Era miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua, y el año pasado, en noviembre, fuimos, junto con Ruber Carvalho Urey, incluidos en la Galería de Notables que forma parte del Palacio de la Cultura del Beni, situado en la fronteriza ciudad de Guayaramerín. Su pérdida deja al Beni sin uno de sus hijos amados.