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Niñas desprotegidas

Hoy se celebra el Día Internacional de la Niña, fecha reservada por la comunidad internacional para recordar que si bien la infancia es una de las etapas más vulnerables, el hecho de ser niña ahonda aún más el riesgo de violencia y desamparo en esta época. Por ejemplo, según datos de la ONU, cada año se casan 15 millones de niñas y más de 65 millones no van a la escuela en todo el planeta.

Incluso existen países como Malawi en los que el 46% de las mujeres contrajeron matrimonio o fueron forzadas a hacerlo antes de haber cumplido los 18 años, según datos de Unicef. En la región, siempre según la misma fuente, el 23% de las jóvenes casadas contrajo nupcias siendo aún menores de edad. En cuanto al país, la Defensoría y Unicef coinciden en que el matrimonio forzado de niñas y adolescentes es una práctica corriente no solamente en comunidades indígenas del oriente, sino también en otras regiones. Por caso, en julio de 2015 se denunció que una muchacha de 13 años, con ocho meses de gestación, estaba siendo obligada a contraer matrimonio con su presunto violador, un hombre de 28 años, en la comunidad tarijeña de San Jacinto Norte.

Ahora bien, no sobra recordar que los matrimonios precoces truncan el desarrollo integral de las niñas y adolescentes, al obligarlas a abandonar sus estudios a cambio de vidas sometidas a la voluntad de sus parejas y el bienestar de sus hijos. Además, contribuyen a legitimar la violencia sexual, amén de impulsar a otros varones a violar a muchachas solteras con la esperanza de que sus familiares las obliguen a contraer matrimonio con ellos para borrar la “afrenta” familiar. Y a todo ello se debe añadir que, según estimaciones de Unicef, las adolescentes tienen dos veces más probabilidades de morir durante el embarazo o parto.

Pero el matrimonio forzado no es el único riesgo que enfrentan las niñas y adolescentes en el país. De hecho, el mayor peligro que enfrentan tiene que ver con la discriminación y la violencia sexual. Por caso, de acuerdo con un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo con apoyo de UNFPA, cada año se registran en el país al menos 14.000 casos de mujeres víctimas de violencia sexual, de las cuales el 60% fue ultrajada en sus hogares; y de cada tres niñas, una habría sido abusada sexualmente.

Estos datos ponen en evidencia la necesidad de promulgar leyes contra los matrimonios forzados, pero también y sobre todo de asignar mayores recursos, humanos y económicos para garantizar el cumplimiento de los derechos de las niñas en el país en particular y en el mundo en general. Y es que a ninguna niña se le debería negar el derecho a vivir una infancia y una adolescencia tranquilas y sin violencia, a asistir a la escuela y estudiar hasta el más alto nivel y, en definitiva, a tener las mismas oportunidades que los varones.