¿Y la pobreza en Bolivia?

Uno de los retos dentro las políticas públicas que tienen los países en desarrollo y sobre todo los de América Latina y el Caribe es seguir impulsando los programas y proyectos implementados con el objetivo de reducir la pobreza, distribución de ingresos y estabilidad macroeconómica.
En lo que conciernen a la reducción de la pobreza, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la tasa de pobreza de América Latina en 2013 fue de un 28,1% de la población, en tanto que la indigencia, o pobreza extrema, alcanzó el 11,7%, lo que en términos reales representa cerca de 165 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales 69 millones viven en la extrema pobreza.
En lo que corresponde a Bolivia, el panorama social mostró avances importantes a partir de 2006, aspecto que es respaldado por diferentes organismos internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este último en una de sus publicaciones destaca los importantes avances que se tuvo en la reducción de la pobreza y en particular de la extrema pobreza, reduciéndose de manera continua desde 2000 y de manera más acelerada a partir de 2006. El organismo internacional destaca que a nivel nacional la pobreza moderada, medida a través de la línea de pobreza absoluta, se redujo de 66% a 39%, y la pobreza extrema, clasificada según la metodología utilizada por el Banco Mundial, de 40% a 38% en el periodo 2000-2005, y de 38% a 18,8% entre 2006 y 2013.
Para definir estos indicadores, en el país se adoptó la definición de las líneas de pobreza según el costo de necesidades básicas, que consiste en la construcción de canastas básicas con alimentos específicos a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares para el área urbana, y la Encuesta de Evaluación de Impacto para el área rural. Se entiende como línea de pobreza el nivel de ingreso mínimo de un país según sus costumbres, tradiciones y creencias necesario para adquirir un adecuado estándar de vida. En Bolivia, entre 2012 y 2015 esta línea osciló entre Bs 526 y Bs 551, y la línea de pobreza extrema, entre Bs 299 y Bs 314; lo que quiere decir que las personas que se encuentran por debajo de esos parámetros se consideran pobres o pobres extremos.
Es evidente que estos resultados reconocidos por organismos internacionales son un reflejo del gran desempeño económico que se registró en los últimos años, con la implementación del nuevo modelo económico social comunitario productivo, el cual, con base en el aprovechamiento de los excedentes económicos, la redistribución de los ingresos y la reducción de la desigualdad social, obtuvo logros innegables.