La representación de ONU-Mujeres en el país y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) celebraron hace unas semanas un evento para intercambiar experiencias entre Bolivia y México “sobre la participación política de las mujeres sin acoso, ni violencia política”. El objetivo de la iniciativa fue analizar los avances para promover la democracia paritaria y atender los casos de acoso y violencia política hacia las mujeres.  

Con el 51% de presencia femenina en la Asamblea Legislativa, Bolivia ocupa el primer lugar en la región en paridad política. Un porcentaje similar se expresa en el ámbito de los concejos municipales y el 45% en el escenario deliberativo departamental. A pesar de estos avances, aún quedan retos para consolidar una democracia paritaria que además sea intercultural, pues las mujeres todavía están subrepresentadas en el Gobierno central y más aún en el ámbito subnacional, pues no hay gobernaciones dirigidas por mujeres y solo 27 municipios tienen alcaldesa.

Otro reto tiene que ver con los estereotipos que se crean en la sociedad y que dificultan que más mujeres se animen a ingresar en la carrera política en función de su liderazgo natural; además, la resistencia del patriarcado genera acoso y violencia, especialmente en el ámbito municipal.
Bolivia es el único país con leyes orientadas a promover estos valores y esta experiencia debe ser compartida con la comunidad internacional, junto con los retos y dificultades.