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Estafas e internet

Con la llegada de internet, las posibilidades comerciales, tecnológicas y culturales se han potenciado de una manera inconmensurable, y ello incluye también a las estafas. Por ejemplo, entre los usuarios de internet no debe haber ninguno a quien no le haya llegado algún mensaje electrónico o un link que, palabras más palabras menos, termina por pedir información confidencial. Todo ello con el propósito de conseguir datos que a los criminales les permite acceder a cuentas bancarias, o bien claves de correos personales donde pueden encontrar este tipo de información. Otros ensayan quimeras al mejor estilo del cuento del tío; ofreciendo, por ejemplo, compartir una herencia, un premio o una cuenta bancaria que no ha sido reclamada.

De igual manera, gracias a la información personal que uno deposita en las redes sociales, principalmente en Facebook, existen delincuentes que se hacen pasar por parientes cercanos que viven en el extranjero. Entonces llaman por teléfono a su víctima, y luego de ganarse su confianza le dicen, directamente o a través de terceros, que han sufrido algún tipo de percance y que necesitan que se les envíe dinero. En el último mes, al menos seis bolivianos fueron engañados de esta manera.

Como puede observarse, los sistemas de estafa por internet son cada vez más sofisticados, y urge en este sentido promover entre los internautas una mayor educación digital, que les permita distinguir información veraz de un fraude y, sobre todo, que tengan mucho cuidado al proporcionar datos personales en la red.