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Mujeres mineras

La presencia de las mujeres en la actividad minera es moneda corriente en todo el país, pero su aporte ha sido invisibilizado por diversos factores, especialmente por efecto de un discurso machista que trastoca todos los escenarios de nuestra sociedad.

Días atrás se presentaron los resultados de un novedoso estudio sobre la realidad de las mujeres bolivianas en la minería, promovido por la empresa Cumbre del Sajama, vinculada con la responsabilidad social empresarial; y el organismo internacional Solidaridad, que trabaja por mejorar las condiciones de los productores. 

El resultado de este trabajo está inscrito en el texto Mujeres mineras en Bolivia, una mirada a su realidad socioeconómica que por ejemplo evidencia que el 12% tienen más de 60 años; la mitad son divorciadas, viudas o solteras con hijos; a su vez el 25% declaró no saber leer ni escribir, indicador que influye en el 56%, que señaló no haber completado el nivel primario de educación formal.

La encuesta fue aplicada en las cooperativas mineras de siete provincias consideradas de alta concentración de trabajo minero femenino: Larecaja (La Paz); Ñuflo de Chávez (Santa Cruz); Vaca Díez (Beni); Cercado (Oruro); y Tomás Frías, Sur Chichas y Nor Lípez, las tres en Potosí. Los datos deberían servir para formular políticas públicas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las mujeres y para impulsar una estratega con más equidad de género.