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Robo de celulares

El caso de Jesús Cañisaire Calatayud y Carla Bellot Rodríguez, la pareja de enamorados que desapareció la madrugada de Año Nuevo en la discoteca Planta Baja de La Paz, y cuyos restos fueron encontrados ayer, ha puesto en evidencia, entre varios otros aspectos, la importancia de denunciar cuando uno pierde o le roban su teléfono celular.

Hasta el momento la Policía ha detenido a ocho personas por este caso. Una de ellas, Joselyn Q. V. de 23 años, fue aprehendida en la ciudad de Oruro luego de que alguien insertase el chip de Cañisaire en un teléfono celular que estaba registrado a su nombre. Según las declaraciones de Joselyn, ella compró el aparato en octubre del año pasado para su prima, quien acababa de llegar de España, pero un mes después se lo habrían robado. Y desde entonces no supo nada del móvil ni tampoco reportó su desaparición.

Luego de permanecer varios días aprehendida en celdas de la FELCC, Joselyn se encuentra actualmente con detención domiciliaria, mientras la Policía corrobora su versión y descarta que no tenga ninguna relación con el homicidio de la pareja y/o con el robo de sus celulares. Suponiendo que la versión de esta muchacha sea cierta (las investigaciones preliminares apuntan en esta dirección), Joselyn se hubiese ahorrado los malos ratos y los perjuicios de verse involucrada en un crimen como el que aquí se comenta si tan solo hubiese reportado formalmente el robo de su celular. Algo que hay que hacer de manera directa en las compañías telefónicas.