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Extinción de jaguares

No cabe duda de que la desaparición de cualquier especie animal constituye una catástrofe medioambiental y social, con repercusiones inconmensurables; y más aún tratándose de una especie tan maravillosa como el jaguar, el felino más grande de América, reconocido, con justicia, por los indígenas de la región como un ser “místico, sabio y protector de los bosques”.

Por este motivo, ha causado indignación entre propios y extraños la detención en la ciudad de Santa Cruz de dos varones de origen chino nacionalizados bolivianos (según un comunicado de la embajada China) y una mujer boliviana en posesión de 185 colmillos de jaguares y otros restos de animales. Para obtener esta gran cantidad de colmillos, se estima que al menos 50 jaguares tuvieron que ser sacrificados. En el operativo, ejecutado el viernes, se decomisaron además una garra de Pejichi (armadillo gigante en peligro de extinción), tres cornamentas de ciervos y pieles de felinos exóticos.

El Ministro de Gobierno explicó que estas tres personas formaban parte de una red internacional de tráfico de restos de animales, sin detallar el destino de los colmillos y de las demás piezas decomisadas. Al respecto, huelga recordar que en abril de 2015 La Razón publicó un reportaje en el que se alertaba que los jaguares se estaban extinguiendo en el país por dos principales razones: la destrucción de su hábitat, los bosques y las selvas amazónicas; y por la caza furtiva, motivada en gran medida por la demanda de insumos de la medicina tradicional oriental.

A modo de ejemplo se detallaban algunos casos de tráfico de colmillos de jaguares cuyo destino final era China, en los que estaban implicados tanto bolivianos como súbditos de aquel país. En uno de estos casos Jun B.H., de origen chino, intentó enviar por correo en dos oportunidades paquetes con colmillos a su país, uno con 29 piezas y el otro con 76. Para obtener esa cantidad de colmillos, al menos 26 felinos tuvieron que ser sacrificados. En otro hecho, Ron H.Y., también de origen chino, había dejado en Ecobol una encomienda que contenía 24 colmillos de jaguares.

Otro caso de relevancia lo protagonizó, Yan Yixing, quien fue detenido en flagrancia el 8 de diciembre de 2014 luego de que efectivos de la Policía, un fiscal y dos funcionarios de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas encontraron en su domicilio de Rurrenabaque, Beni, una computadora con fotografías de colmillos de jaguar mimetizados en latas de chocolate, además de pieles de víbora, cuernos de ciervo y dos cabezas del felino disecadas.

Como se puede apreciar, urgen mayores esfuerzos para evitar el tráfico de animales en el país, lucha que sin embargo necesita la cooperación de organismos internacionales y de otros Estados. Y es que solamente a través de un trabajo coordinado entre varias naciones y organismos multilaterales se podrá contrarrestar las destructivas reglas de comercio medioambiental, que está mermando la biodiversidad del planeta.