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Contrabando de automóviles

Aunque en los últimos años disminuyó notablemente gracias a las normas que prohíben la importación de coches con una antigüedad mayor a los cuatro años, el contrabando de autos está lejos de desaparecer, y aunque las normas son muy claras al respecto, especialmente en lo referido a la responsabilidad de luchar contra este comercio, el mercado se ve boyante.

Según un reciente reportaje publicado en este diario, solo en El Alto existen al menos dos mercados donde es posible comprar coches sin papeles o, peor, con papeles clonados, que en la jerga de los vendedores se dice “gemeleados”. Como es fácil imaginar, algunos de estos automóviles son robados, pero un comprador incauto podría caer en la trampa del vendedor, pues, según los avisos que se publican, supuestamente tienen todos los papeles.

No son los únicos mercados, este diario detectó al menos cuatro sitios en internet y redes sociales que ofertan este tipo de vehículos. En las ciudades intermedias, como Viacha o Caranavi, por citar solo dos, también hay un activo comercio, y los motorizados circulan sin placas y no parece haber autoridad pública capaz de hacer algo al respecto.

El Director Nacional de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), de la Policía, está consciente de esta problemática, y explica que el control de la venta de autos “chutos” (sin papeles) de contrabando corresponde a la Aduana Nacional, mientras que su dependencia se encarga solo de los robados. Agrega, sin embargo, que cuando la Policía identifica coches indocumentados, los secuestra y da parte a la Aduana.

Según la citada autoridad, los coches más demandados son de marca Toyota, especialmente los modelos Ipsum, Noha, Spacio y Corolla, todos ellos excelentes para funcionar como taxi, trufi o “surubí”. También se sabe que hay buen mercado para las vagonetas Land Cruiser.

Mas no son solo vendedores avezados y compradores incautos quienes están involucrados en el comercio de coches indocumentados y/o robados, también hay abogados que ayudan en el trámite y figuran como apoderados del vendedor o del comprador. Irónicamente son ellos quienes sugieren despreocuparse de detalles tales como tener todos los papeles necesarios para la operación de compra-venta. El efecto, en el caso del vendedor, suele ser que las infracciones que cometa el nuevo dueño aparecerán a su nombre. En el caso del comprador, pueden llegar incluso a la imposibilidad de recuperar el coche si este es robado más adelante.

El tema debe ser asumido como preocupante, pues como suele suceder con los delitos transnacionales, está en juego mucho más que la actitud de unos cuantos avezados, pudiendo, quien se expone a estos negocios, terminar severamente afectado. Hace bien la Policía en prestar atención al comercio de coches, y bien harán los gobiernos municipales en ajustar la norma sobre propiedad de automóviles.