Este domingo, 11 de marzo, se celebrarán en Cuba las elecciones de delegados a las asambleas provinciales del Poder Popular y de los diputados a la Asamblea Nacional, órgano supremo del poder del Estado cubano. Los comicios de esta categoría se realizan cada cinco años con una alta participación, aun cuando en Cuba el voto es libre, no obligatorio.

Si bien el sistema electoral cubano no es perfecto —y ninguno lo es— es uno de los más democráticos del mundo. La prensa internacional resalta la existencia en Cuba de un solo partido político. No obstante, lo que no dice es que el Partido Comunista de Cuba no postula candidatos, y que ser militante no constituye requisito para la nominación de candidato alguno.

En Cuba son los propios vecinos quienes postulan a los ciudadanos que reúnen los méritos ético-morales que los harían idóneos para representar a su comunidad. Los candidatos, no menos de dos por circunscripción, se enfrentan en votaciones directas, libres y secretas, donde son electos por 2,5 años a las asambleas municipales del Poder Popular. Entre el 4 de septiembre y el 30 de octubre de 2017 se celebraron asambleas de nominación de candidatos en el país, lográndose una asistencia del 78,35% del electorado.

Un aspecto a destacar del proceso democrático cubano es la inexistencia de propaganda y campaña electoral; con lo cual se garantiza que los candidatos no contraigan compromisos a cambio de donaciones que luego impliquen la defensa de intereses ajenos a la comunidad que representan, así como la demagogia política. La única publicidad es la propia biografía y la foto del candidato, que se publica para el conocimiento de los electores.

En Cuba se garantiza la participación política de la juventud con derecho al voto desde los 16 años. Otro rasgo importante es la necesidad de obtener más del 50% de los votos para ser elegido delegado municipal. Se asegura la transparencia del proceso al ser públicos tanto el acto de apertura de la mesa electoral como el de conteo de los votos.

Las elecciones de los delegados municipales se efectuaron el 26 de noviembre de 2017 en primera vuelta, con una asistencia a las urnas del 89,02% del electorado, siendo avalada la calidad de los sufragios por el 91,79% de las boletas válidas.

El 17 de diciembre pasado se constituyeron las 168 asambleas municipales del Poder Popular, que eligieron a sus presidentes y vicepresidentes.

Los delegados electos deberán rendir cuentas a sus electores durante su mandato, siendo un derecho de los representados la revocación del delegado.

La nominación de candidatos a delegados de las asambleas provinciales y a diputados de la Asamblea Nacional se realiza por comisiones integradas por representantes de la sociedad civil, propuestas que son aprobadas por las asambleas municipales. De los 605 candidatos a diputados al Parlamento, el 47,4% son delegados municipales.

Los diputados que resulten electos en sufragio universal este 11 de marzo iniciarán su gestión de cinco años el próximo 19 de abril, y elegirán de entre ellos y por voto secreto al presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional, así como al Consejo de Estado y su presidencia. Este año tendrán la responsabilidad histórica de elegir al próximo presidente del Consejo de Estado que relevará al general de Ejército Raúl Castro.

Enfatizo que el socialismo en Cuba es una decisión soberana del pueblo, plasmada en la Constitución de 1976 y ratificada en el plebiscito popular de 2002, cuando 8.198.237 cubanos, frente a manifestaciones injerencistas del Gobierno de EEUU, aprobaron que se incorporase a la Carta Magna la frase “el socialismo y el sistema político y social revolucionario establecido en esta Constitución (…) es irrevocable, y Cuba no volverá jamás al capitalismo”. Por tanto, nuestra suerte está echada, y Cuba va por más revolución.