Mujeres, agentes clave del desarrollo
Existen importantes desafíos para frenar las desigualdades y la exclusión social que sufren las niñas y las mujeres.
Desde que en 1975 Naciones Unidas implementó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, millones de mujeres celebran ese día reivindicando sus derechos, igualdad y justicia. Desde sus inicios en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, Naciones Unidas es un baluarte en las luchas feministas, pues la Carta de las NNUU refleja el primer acuerdo internacional que reconoce el principio de igualdad entre mujeres y hombres.
Entre 2000 y 2015 nuestra organización logró importantes avances en todo el mundo con relación a la igualdad entre los géneros, como parte de la agenda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Sin embargo, niñas y mujeres aún siguen sufriendo discriminación y violencia en todos los lugares del mundo. Por este motivo, es necesario seguir trabajando por alcanzar la igualdad, ahora a través de la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos.
Pero no llegaremos lejos si no se entiende que las niñas y las mujeres son agentes clave del desarrollo, y que éste solo será sostenible si los beneficios favorecen por igual a mujeres y hombres, y los derechos de las mujeres solo serán una realidad si forman parte de esfuerzos mayores por proteger el planeta y garantizar que todas las personas puedan vivir con dignidad y respeto.
Todavía existen importantes desafíos para frenar las desigualdades y la exclusión social que en particular sufren las niñas y las mujeres. A nivel global, según el informe de ONU Mujeres Hacer las Promesas Realidad de 2018, hay 122 mujeres de entre 25 y 34 años viviendo en condiciones de pobreza extrema por cada 100 hombres del mismo rango de edad. Cerca de 303.000 mujeres murieron en 2015 por causas relacionadas con el embarazo. El 19% de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años han experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses. Las mujeres dedican 2,6 veces más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres. La brecha salarial de género a nivel mundial es del 23%. La tasa de actividad de las mujeres es del 63%, mientras que la de los hombres es del 94%. La proporción media de mujeres en el Parlamento casi se ha duplicado en los últimos 20 años, y aun así, todavía hoy solo uno de cada cinco miembros de los parlamentos son mujeres.
En la región de América Latina y el Caribe en 2015 se había alcanzado la paridad de género en la educación primaria, mientras que en la educación secundaria son los niños los que están en desventaja. La proporción de mujeres con empleos asalariados fuera del sector agrícola ha aumentado del 38% en 1990 al 45% en 2015. La proporción de mujeres en los parlamentos casi se ha duplicado entre 1995 y 2015, pero todavía está lejos de alcanzar la paridad. El porcentaje de mujeres en puestos ministeriales es tan solo del 23%.
A su vez, el Estado Plurinacional de Bolivia ha ratificado los compromisos internacionales en materia de igualdad de género y empoderamiento de las niñas y las mujeres, generándose importantes avances y desafíos: se ha alcanzado la meta en educación primaria universal. En secundaria son las mujeres quienes culminan sus estudios en mayor medida que los varones. La proporción de mujeres con empleos asalariados fuera del sector agrícola ha aumentado del 31,3% en 1990 al 36,4% en 2012.
La proporción de mujeres en el parlamento ha pasado de 0% en 1999 a 23% en 2009 y a 54% en 2015. Desde 2015, Bolivia es el segundo país en el mundo en haber alcanzado la paridad en su Asamblea Legislativa Plurinacional. No obstante, la participación de las mujeres en el Ejecutivo es menor al 30%. Tampoco hay ni una sola mujer en las gobernaciones departamentales; y a nivel municipal, las alcaldesas apenas son el 8%. Si bien la Ley No.26 de Régimen Electoral promueve la paridad de género en las distintas instancias del Estado, el machismo estructural aún bloquea algunos de estos espacios.
En Bolivia, entre el 2008 y 2015 la brecha salarial entre hombres y mujeres se incrementó de Bs 60 a Bs 410. Bolivia es uno de los países con tasas de mortalidad materna más elevadas de la región. En 2011 la razón de mortalidad materna era de 160 por cada 100.000 nacidos vivos.
En Bolivia 7 de cada 10 mujeres con pareja sufrieron violencia; y en general, 1 de cada 2 mujeres han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Según la Fiscalía General del Estado cada tres días se reporta un feminicidio en el país.
Este mes se desarrolla el 62º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW62). La comisión quiere enfocarse en los derechos, empoderamiento y activismo de las niñas y las mujeres rurales, que constituyen más de un cuarto de la población mundial.
El 8 de marzo, Naciones Unidas se une a las activistas de todo el mundo y se compromete a hacer todo lo posible por promover la igualdad de género y el empoderamiento de las niñas y las mujeres, sin dejar a nadie atrás.