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Linchamiento digital

Acompañando a otros fenómenos como las noticias falsas nos estamos acostumbrando, como sociedad, a que se den otras dinámicas nocivas en internet y ser partícipes de ellas, por ejemplo, el linchamiento digital. Con demasiada facilidad vamos en contra de una persona porque no nos gusta algo que dijo o hizo. Y a veces esas reacciones son violentas en sí mismas, o a veces inspiran violencia. No nos preguntamos si el hecho realmente sucedió, si la persona que alguien dice identificar en las redes sociales es la persona responsable de la opinión o de la acción; y tampoco pensamos si tenemos derecho a insultar, discriminar o amenazar.

Esto ha pasado en las últimas semanas con dos casos, el de la artista Rilda Paco y el de la señora racista que agrede a otra señora en un micro en Santa Cruz. Pero ya tenemos otros varios casos en nuestro haber. Las redes sociales y los servicios de mensajería facilitan compartir materiales y viralizar estos mensajes, pero esa no puede ser la justificación para acusar y violentar a nadie, así sea racista u ofenda la fe o la moral de una población.

Sumada a esta nuestra reacción impulsiva, hay cuentas falsas que promueven la intensidad de la violencia. Muchas veces nos dejamos jalar por ellas y terminamos agrediendo. Incluso hay autoridades que meten la pata y amenazan con declarar persona no grata a alguien que está siendo linchada digitalmente en redes sociales. Toda esta dinámica es ilógica, espeluznante, increíble y, en ocasiones, la apoyamos.

La próxima vez que suceda algo así haga lo siguiente: piense que las personas tenemos derecho a la buena reputación. Sí, esa persona que dijo o hizo algo que no le gustó también mantiene ese derecho, sin importar si ofendió a alguien previamente. Piense, además, de dónde viene la foto o video. ¿Sabe quién es la fuente? ¿Es confiable?

Y luego, claro que es posible expresar que no le gustó algo en específico. Estaría ejerciendo su derecho a la libre expresión, pero póngase a considerar si esa opinión va a motivar otras de corte más violento. ¿Necesita imperiosamente expresar su opinión? Finalmente, si decide expresarse, no insulte, no amenace, menos por mensaje privado, y menos a familiares y amigos cercanos de la persona que está siendo linchada, no incite a la violencia. Piense que puede estar contribuyendo a un linchamiento digital.

Mensaje especial para periodistas: un periodista puede proporcionar la identidad de una persona, pero no inculparla, no es juez. Un periodista no puede proporcionar una dirección ni llamar a acciones violentas. No lo hace usted, estimado periodista, pero si ve que sus colegas lo hacen, llámeles la atención y enséñeles a hacer buen periodismo.

*es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana. word-press.com