Mar para Bolivia…
El pueblo chileno ha manifestado siempre su solidaridad con la causa marítima boliviana
En los últimos días hemos vivido una especie de “fiebre” por recuperar el acceso soberano al océano Pacífico, que nos fue arrebatado por Chile en 1879. Hay que recordar que el primer viaje al exterior de Evo Morales como presidente fue a Santiago de Chile, en marzo de 2006. En aquella oportunidad fue recibido en el Estadio Nacional por activistas, artistas, intelectuales y organizaciones sociales de Chile, comprometidos con los pueblos. Hay un documental de casi una hora titulado Bienvenido hermano Presidente, realizado por el Comité de Reencuentro Chileno-Boliviano, que muestra las primeras acciones de la diplomacia de los pueblos desde las organizaciones sociales chilenas-bolivianas, mediante un diálogo franco y abierto sobre la reivindicación marítima boliviana. El documental también muestra el caluroso recibimiento al presidente Morales con música y discursos de los anfitriones; así como la apoteósica recepción ritual del pueblo mapuche que declara a Evo también como su presidente. En este acto nace la consigna hoy de moda “Mar para Bolivia”.
En las imágenes el presidente Morales dice “(…) nunca había pensado, nunca había imaginado, el mar para Bolivia”. Y la multitud de los asistentes le responde: “Mar para Bolivia, mar para Bolivia…”. A partir de estos acontecimientos se construyó el acuerdo de los 13 puntos con Chile, que incluía nuestra reivindicación marítima. Aquí no solo tuvo lugar la diplomacia tradicional, sino también la diplomacia de los pueblos, mediante las cuales se hicieron varios encuentros de organizaciones sociales, académicas, culturales y de profesionales boliviano-chilenos.
Ante el fracaso de llevar adelante los 13 puntos acordados, sobre todo el punto referido a nuestra reivindicación marítima, Evo no tuvo otra opción que iniciar la demanda jurídica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Se conformó un equipo de juristas nacionales e internacionales que prepararon la demanda para retornar al mar arrebatado, y que se fue internalizando en la conciencia del pueblo boliviano.
Aquí destaco que el derecho internacional, antes atribución exclusiva de diplomáticos y algunos expertos, se fue diluyendo hasta convertirse en una especie de herramienta del conocimiento del ciudadano boliviano. Una demostración de esta práctica fue el banderazo realizado el 10 de marzo. En aquella ocasión se pudo apreciar la profunda convicción de retornar al mar sobre todo en las poblaciones rurales. A diferencia de prácticas anteriores, en las que se apelaba al nacionalismo y con grados de xenofobia contra los chilenos, hoy se manifiestan bajo consignas de solidaridad y respeto. Las declaraciones del Mandatario boliviano en la reciente asunción del presidente Sebastián Piñera, convocando a buscar “fraternidad e integración”, recogen los sentimientos de esta nueva conciencia del pueblo boliviano.
Sabemos que el pueblo chileno siempre se ha manifestado solidario con nuestra causa. Algunos ejemplos: el apoyo abierto del cantautor chileno Pedro Telmo, quien nos regaló la canción Yo quiero un mar para Bolivia en la década de 1960. En 2004 el profesor del Centro de Estudios chilenos Pedro Godoy publicó el libro Chile versus Bolivia: otra mirada; texto que constituye ciertamente una mirada crítica a la Guerra del Pacífico de 1879 y manifiesta su solidaridad con nuestro país. O el caso del historiador chileno Leonardo Jeff, quien promovía la diplomacia de los pueblos desde la academia universitaria de Valparaíso.
Y hoy en día varios jóvenes intelectuales continúan promoviendo en varias universidades chilenas esa misma solidaridad por la causa marítima boliviana, así como el respeto hacia los derechos de nuestros compatriotas que han emigrado a varias regiones de Chile. Jichurunakanxa jach’a larama qutar kutt’añatakiwa ch’amañchasktana. Jilir irpirisaxa, jilata Evo jupaxa wali suma thakhiruwa sarantayaskchistu. ¡Jallalla!