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Crecimiento del parque automotor

En 2012, en el Registro Único para la Administración Tributaria (RUAT) del municipio paceño estaban inscritos 199.834 vehículos. Cinco años después, esta cifra casi se ha duplicado, hasta alcanzar las 290.249 unidades. Se trata de un crecimiento exponencial del parque automotor que conlleva no solo un mayor congestionamiento vehicular, sino también una mayor polución.

Y para agravar aún más esta situación, los datos antes mencionados no contemplan a los vehículos indocumentados, que pueden llegar a decenas de miles. Por ello, no sorprende que, según estimaciones del proyecto Aire Limpio impulsado gracias al apoyo de la cooperación suiza, la velocidad promedio de los vehículos que circulan por la ciudad hoy en día no supera los 12km/hora, una reducción del 26% respecto a 2004, año en el que era de 16,4 km/hora, de acuerdo con cálculos del consorcio Tonichi Systra.

Junto al mayor número de automotores, existen otros factores que explican esta baja velocidad, y que también deben ser contemplados a la hora de trazar planes en procura de resolver esta problemática. Por ejemplo, a las movilizaciones que cotidianamente interrumpen el tráfico en el centro de la ciudad, se suman la construcción de obras públicas y privadas que invaden las vías de circulación, así como vulneraciones continuas a la normativa de tránsito. Por ejemplo, el estacionamiento en calles y avenidas por parte de los choferes, de manera temporal, y durante varias horas, en el caso de los conductores particulares, es una desconsideración más que frecuente que perjudica el tráfico vehicular y pone en riesgo la seguridad de los peatones.

Ahora bien, además de vías atiborradas, el crecimiento del parque automotor conlleva otros males de la modernidad que no deberían pasar desapercibidos, como la contaminación acústica y la polución. En el primer caso, este tipo de contaminación se ve agravada por la falta de normas y controles contra los automóviles, motocicletas y/o cuadratracks cuyos escapes se encuentran en mal estado, carecen de silenciadores o, peor aún, han sido modificados deliberadamente para emitir sonidos estridentes y elevados.

Respecto a la contaminación atmosférica causada por los motores, además de ser uno de los principales responsables del calentamiento global, se sabe que este fenómeno está relacionado con una mayor incidencia de enfermedades como arteriosclerosis, dolencias en el aparato respiratorio, cáncer, diabetes y problemas en el desarrollo neuronal.

Por todo ello, si no queremos que en un futuro cercano la calidad de vida y la salud de los paceños estén por los suelos, pese a los 3.600 metros de altitud de la ciudad, urgen planes de planificación urbana y alternativas factibles de transportes masivos para los ciudadanos como Mi Teleférico y los buses PumaKatari, junto con campañas educativas que mejoren la escasa cultura vial de los pobladores.