El Centro de Comercio Internacional de la ONU agrupa argumentos para la existencia de la inversión extranjera directa (IED) bajo tres objetivos básicos: poder participar en nuevos mercados, el aumento de la eficiencia productiva y la explotación de activos estratégicos. Mientras que la CEPAL interpreta la preocupación de las economías desarrolladas por la localización nacional de la producción y la reestructuración del universo empresarial hacia mercados más concentrados en actividades con un alto componente tecnológico.

Los mercados internacionales se encuentran abiertos y con interesantes perspectivas para productos industrializados con tecnología de punta. Por ejemplo, la ampliación del crédito para vivienda en China contribuyó a estimular los mercados del hierro y del cobre en el mundo, cuyos precios se incrementaron entre 2016 y 2017. A su vez, las construcciones de puentes, carreteras elevadas, edificios, casas sociales y otras infraestructuras son realizadas con acero. Lo impresionante en la utilización del hierro es el factor tiempo en la conclusión de los proyecto (vgr. viaductos de dos kilómetros de largo suelen ser terminados en 22 meses).

El uso de baterías (litio) es expectante, considerando el informe de la CEPAL respecto a las características futuras que tendrá la industria automotriz. Con el volumen expectante en reservas del litio en el país, se identifican ingresos anuales superiores al 20% de exportaciones actuales. Asimismo, la industrialización de minerales (metálicos) podría quintuplicar el valor exportable, en asociaciones estratégicas con tecnología de punta. La producción de oro metálico conlleva el incremento de las exportaciones, del IED y de las reservas internacionales en este metal. La plata, el estaño, plomo y bismuto, minerales metálicos que también se beneficiarían con la inversión extranjera directa, presentan proyecciones altísimas, en contraposición de los minerales concentrados.

Respecto a la comercialización de éstos y otros productos exportables, Puerto Busch podría contribuir a aliviar y expandir las vías de exportación por el océano Atlántico, además de constituir en el primer puerto soberano del país. La IED se complementaría con la administración del puerto y con la participación accionaria en navieras, transporte y logística.

Nuestra almendra, que beneficia al mundo entero, podría adquirir mayores beneficios con su industrialización en harina de castaña, utilizando para tal efecto sistemas tecnológicos provistos por la inversión externa. Este proceso aumentaría su valor exportable anual en 50%.

Las expectativas racionales de futuros inversionistas se basarán en la comprensión de la política económica nacional, apreciando la efectividad del Plan Nacional de Desarrollo y del Modelo Económico, Social, Comunitario, Productivo. Como contraparte logística, el Ministerio de Planificación del Desarrollo deberá fortalecer estas expectativas racionales con “libros abiertos” de contenido legal, procedimental y estructural; e información técnica, financiera, económica. Al ya haberse invertido en los proyectos mencionados, los inversores privados extranjeros alimentarán sus expectativas racionales.

La inversión privada nacional y extranjera se halla protegida por la Constitución Política del Estado, por la Ley de Promoción de Inversiones, la Ley de la Empresa Pública, la Ley de Conciliaciones y Arbitraje y, muy especialmente, por el Decreto Supremo 3469 sobre contratos de alianzas estratégicas de inversión conjunta.