A raíz de varias denuncias sobre la falta de inocuidad en no pocas salteñas y tucumanas que se comercializan en la urbe paceña, la Intendencia municipal realizó operativos sorpresa en decenas de confiterías y locales dedicados a la venta de estos productos. Para mala fortuna de los paceños, los resultados fueron deplorables. Por caso, las autoridades no solo constataron la presencia de plásticos, chinches, pelos, huesos triturados e incluso un huevo en descomposición en algunas de las salteñas y tucumanas examinadas; sino también deficiencias en la manipulación de las masas y el jigote, falta de higiene en las cocinas y entre los cocineros, así como la reutilización del aceite para su preparación, entre otras irregularidades.
Respecto a este último punto, diversas investigaciones alertan que consumir alimentos preparados con aceite requemado no solo incrementa el nivel de colesterol en la sangre, sino que además puede provocar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, así como algunos tipos de cáncer. A su vez, la manipulación insalubre de los alimentos está detrás de la transmisión de peligrosas bacterias como la Escherichia coli y la Esterococcus faecalis, responsables de infecciones y enfermedades gastrointestinales como la salmonelosis y la fiebre tifoidea. De allí que, ante la ausencia de controles más rigurosos que garanticen la inocuidad de las salteñas y de otros comestibles, les toca a los ciudadanos velar por su propio bienestar, consumiendo en lo posible alimentos cocinados en su hogar o en establecimientos garantizados.