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Saturday 27 Apr 2024 | Actualizado a 05:32 AM

¿Vivimos un apocalipsis global de los insectos?

Los parabrisas de los automóviles ya no quedan cubiertos por insectos aplastados.

/ 1 de junio de 2018 / 10:31

A 56 años de que Rachel Carlson advirtió en su libro Primavera silenciosa (Silent Spring) sobre las muertes de aves por el uso de pesticidas, parece que nos encontramos ante una nueva crisis biológica. Un estudio publicado en diciembre del año pasado documentó un declive del 76% en la biomasa de los insectos voladores que cayeron en redes en varios lugares de Alemania a lo largo de las últimas tres décadas. Las pérdidas a mediados del verano, cuando estos son más numerosos, superaron el 80%. Este alarmante descubrimiento, en esencia obra de naturalistas aficionados que forman el grupo de voluntarios Sociedad Entomológica Krefeld, genera un cuestionamiento evidente: ¿Esto sucede en otras partes del mundo?

Desafortunadamente no es fácil responder esa pregunta porque hay otro problema: una disminución a nivel mundial de naturalistas de campo que estudien estos fenómenos. En la actualidad, la mayoría de los científicos viven en las ciudades y tienen poca experiencia con animales y plantas silvestres. Incluso se ha puesto de moda entre algunos educadores menospreciar la enseñanza de la historia natural y los hechos científicos que pueden ser memorizados con exámenes para en cambio favorecer conceptos teóricos. Esa actitud podrá funcionar para la discusión teórica de la física y las matemáticas, pero no basta para comprender a los organismos y ecosistemas complejos del mundo real. Sirven poco los modelos y las ecuaciones de computadora si no se pueden contrastar con la información de campo.

¿Estamos en medio de un apocalipsis global de insectos que la mayoría de nosotros no ha percibido? He aquí otro detalle: en el noreste de Estados Unidos se ha reportado un declive de décadas en la población polinizadora de las polillas halcón, pero se desconocen sus causas y consecuencias, porque se sabe muy poco sobre la ecología de estos insectos. En días pasados, reunir ese tipo de información habría sido un respetable trabajo de vida para, un Humboldt o un Darwin. Ahora, a menudo se ignoran estas criaturas porque estudiarlas no garantiza publicaciones, titulares de periódicos ni becas que brinden antigüedad y prestigio en la vida académica.

Así, solo podemos trabajar con poco más que evidencia anecdótica. En un artículo reciente publicado en The Telegraph se destacó que los parabrisas de los automóviles en Reino Unido ya no quedan cubiertos por insectos aplastados. Me acordé de las diminutas alas, patas y antenas que solían manchar el frente de mi auto después de conducirlo a mediados del verano en la década de los 70. Hoy en día conducir por el norte de Nueva York, donde vivo, deja apenas una mancha. ¿Es porque los autos son más aerodinámicos? No creo.

¿Qué hay detrás de la disminución? Lo más probable es que no sea el cambio climático, según los investigadores del estudio alemán, quienes también monitorearon el clima local durante la investigación. ¿Se deberá entonces a estrellarse contra los vehículos? A pesar de mi experiencia y las observaciones de las salpicaderas en Reino Unido, un estudio de 2015 estima que cada año miles de millones de insectos mueren en América del Norte a causa de los autos y los camiones. Los autores del estudio solicitaron una investigación adicional para determinar si lo que hallaron “contribuye al declive sustancial de los insectos polinizadores que está ocurriendo a una escala mundial, lo cual pone en riesgo el funcionamiento ecológico de las áreas naturales y la productividad agrícola”.

Sin embargo, es probable que los autos no sean los culpables respecto a la disminución notada en el estudio de Alemania, porque éste se concentró en reservas naturales, donde es mínima la matanza de animales en los caminos. Para algunos expertos, por medio del proceso de eliminación, los pesticidas son los principales sospechosos.

¿Por qué nos debería importar este nuevo silencio de los bichos? Si en verdad hubiera una disminución global de insectos voladores, estaría en problemas todo un sector del reino animal, uno que representa una inmensa diversidad de formas de vida, desde mariposas y escarabajos, hasta sírfidos y libélulas. El eminente biólogo Edward Wilson, quien ha pasado gran parte de su vida estudiando a las hormigas, ha advertido: “Si toda la humanidad desapareciera, el mundo se regeneraría al estado rico de equilibrio que existía hace 10.000 años. Si desaparecieran los insectos, el medioambiente colapsaría hasta quedar en caos”.

Así que, ahí lo tienen: ¿lo que sea que ha provocado la muerte de estos insectos podría también ser una amenaza para nosotros? Los reportes del declive en la población de abejas de la miel (Apis melífera) palidecen ante el desplome en la población de bichos en Alemania; tal vez no en escala, pero sí en pérdida de biodiversidad. Los insectos representan la gran mayoría de todas las especies animales. Debido a que son polinizadores y una parte vital de la cadena alimenticia, su ausencia tendría un impacto profundo en el origen de la vida en la Tierra.

Soy un científico especializado en lagos y, al igual que mis colegas, he tenido complicaciones para explicar nuestro propio misterio: una reestructuración de las comunidades de plancton en los lagos a nivel mundial en décadas recientes, lo cual hemos documentado al examinar muestras de sedimentos extraídas del fondo de los cuerpos de agua. Esto podría significar problemas para la calidad del agua, la pesca u otros aspectos de la ecología de los lagos. Si no hubiéramos tomado tales muestras, la escala geográfica de este cambio podría haber pasado desapercibida, porque no suele haber suficiente financiamiento ni un monitoreo riguroso de campo para estudiar la composición del plancton en los lagos.

Los insectos representan la gran mayoría de todas las especies animales. Algunos expertos han atribuido la variación en las comunidades de plancton al cambio climático; otros, a la contaminación por nitrógeno de los vertidos agrícolas, pero necesitamos más estudios de campo a largo plazo para confirmar la causa y anticipar sus efectos. La información sobre los insectos que recabaron los investigadores alemanes sugiere otra posibilidad. ¿Acaso los químicos agrícolas podrían envenenar los organismos acuáticos, entre ellos el plancton y los insectos que empiezan sus vidas como larvas acuáticas? Es algo que sencillamente no sabemos.

En Reino Unido, la noticia sobre los choques de los insectos contra los autos se basó en un estudio que recuperó datos provenientes de voluntarios que monitorearon “aplastómetros” con forma de rejilla que tenían en sus matrículas. Necesitamos más de este tipo de colaboración masiva dirigida por científicos. Los ciudadanos científicos y algunas comunidades universitarias orientadas a la investigación de campo, como mi universidad (Paul Smith’s College), están convirtiendo sus patios, jardines, lagos y bosques en estaciones de monitoreo a largo plazo. Algunos centros de referencia en línea como iNaturalist, Budburst y North American Breeding Bird Survey reúnen y archivan información de campo para que la utilicen otras personas, y muestran que muchas especies están cambiando sus rangos y sus hábitos migratorios en respuesta al cambio climático.

Durante décadas, investigadores asociados con una red de más de dos decenas de centros de monitoreo ecológico a largo plazo en EEUU también han llevado a cabo investigaciones de campo más detalladas. Sin embargo, estos esfuerzos aún no son suficientes para mantener el registro de un mundo que cambia a gran velocidad. Necesitamos nuevas generaciones de profesionales capacitados en la biología y la ecología de campo para concentrarnos en criaturas menos carismáticas o con un valor comercial menos significativo que las aves cantoras y las abejas melíferas.

En 1996, un editorial que publicó Conservation Biology advirtió que “los naturalistas se están acabando”, y postuló la pregunta: “¿La próxima generación de conservacionistas no será más que una bola de nerds que pasarán el tiempo en su computadora y no habrán adquirido ningún tipo de conocimiento de historia natural de primera mano?”.

Dos décadas después, empezamos a percatarnos de la suerte que tenemos de contar con expertos y naturalistas aficionados que observen y registren el destello distintivo de una luciérnaga o el suave repiqueteo que producen las alas de una libélula. Pero necesitamos más de ellos, y pronto.
Curt Stager

Es profesor de Ciencias Naturales en la universidad Paul Smith’s College, su ultimo libro es Still Waters:

The Secret World of Lakes (“Aguas tranquilas: el secreto mundo de los lagos”). © New York Times News Service, 2018.

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Shanghái, la superciudad china

Shanghái es la ciudad más poblada del planeta, con más de 26 millones de habitantes

Patricia Vargas

/ 26 de abril de 2024 / 07:26

Shanghái es una metrópoli de gran desarrollo económico en China, una de las pocas cuyo pasado aún no fue arrasado por el progreso. Una realidad que invita a recorrer sus calles históricas, las cuales conservan algo de su memoria heredada. Aun así, allí tiene lugar una vida citadina terriblemente activa, lo que hace que su tejido urbano esté en constante transformación.

Esta ciudad fue considerada en el pasado (1930) como el París del Oriente. Lo llamativo es que ese pueblo de pescadores, ubicado al medio de una marisma, fue transformado de puerto comercial y control del tráfico fluvial a una de las ciudades más importantes de China. Un lugar que se enriqueció gracias al comercio del algodón proveniente del interior.

Revise: Fragmentos de vida en la ciudad

Su historia es por demás singular y relata que los ingleses, al llegar en sus buques en 1842 —después de la primera guerra del opio—, redujeron los edificios públicos a cenizas y abrieron sus ricos graneros a la población. Y fue justamente a finales de ese siglo que los asentamientos internacionales, especialmente franceses, abarcaron más de 30 km² de territorio.

En la primera mitad del siglo XX, mientras China salía del dominio imperial, la ciudad de Shanghái vivió una doble realidad: como un rico centro comercial y como el foco de una serie de luchas políticas. En 1921, el Partido Comunista chino celebró su primer congreso, y dos años después Chiang Kai-Sheck ocupó Shanghái.

Fueron tiempos en que los obreros trabajaban en condiciones de explotación en las fábricas, durante 10 o 12 horas al día.

En 1948, con la liberación de Shanghái por parte de los comunistas, se anunció la llegada del nuevo tiempo para esa ciudad. En 2008 su población superó los 18 millones de habitantes, incluidos los tres millones de trabajadores itinerantes.

Lo interesante es cómo Shanghái evolucionó hasta el punto en que hoy es considerada una ciudad vibrante que permite a sus visitantes tres cosas: experimentar el ayer gracias a que conserva los rasgos de su pasado tradicional; vivir el presente que se destaca por la dinámica de su comercio; y mirar el futuro a través de sus grandes adelantos tecnológicos, como el tren de levitación magnética y sus rascacielos de línea contemporánea.

También resulta ineludible mencionar los bellos espacios urbanos que alberga Shanghái, como el famoso Jardín Yuyuan, que se remonta a la época de la dinastía Ming y cuenta con pabellones, jardines rocosos y lagunas de sublimes características.

Sin duda, Shanghái es una ciudad particular que supo mezclar la cultura en su cualidad proyectual y para ello construyó un rascacielos, el de Pudong, que resalta el centro urbano.

De esa manera, esa metrópoli de China —que en 2010 acogió la Exposición Universal— luce hoy un urbanismo del futuro. La ciudad conocida también como la “pieza estrella” de la economía china debido a su gran crecimiento, hoy compite para consolidarse como la urbe más grande de ese país.

Actualmente, Shanghái es la ciudad más poblada del planeta, con más de 26 millones de habitantes. Un destino turístico que destaca por monumentos como el Bund y sus calles cercanas al Área Sur que son parte de la vieja urbe, pero dentro de una imagen que exalta su progreso. Todo ello refleja un pasado histórico mezclado con una vida cosmopolita, que ha tenido el talento de entrelazar pasado, presente y futuro.

Así pues, esa gran metrópoli —núcleo financiero y punto de contacto con Occidente— muestra a otras ciudades del mundo la fuerza y la vitalidad urbana de su cultura.

(*) Patricia Vargas es arquitecta

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Te hicieron daño, no por eso tienes razón

Pamela Paul

/ 26 de abril de 2024 / 07:18

Vivimos en una época dorada de agravio. No importa quién sea usted o cuál sea su política, cualquiera que sea su origen étnico, circunstancias económicas, antecedentes familiares o estado de salud mental, es probable que tenga muchas razones para estar enojado. La gente siempre ha luchado por el acceso desigual a recursos escasos. Sin embargo, nuestra cultura nunca había hecho de la reclamación una fuerza tan animadora, un juego casi obligatorio de suma cero en el que cada parte se siente como si hubiera sido abusada de manera única.

En este contexto, leer el nuevo libro de Frank Bruni, La era del agravio, es un triste asentimiento y un movimiento de cabeza tras otro. Sobre la base del concepto de las Olimpiadas de la opresión, “la idea de que las personas que ocupan diferentes peldaños de privilegio o victimización no pueden captar la vida en otros lugares de la escala”, que describió por primera vez en una columna de 2017, Bruni muestra cómo esa mentalidad se ha incorporado a todo, desde la escuela primaria hasta las instituciones gubernamentales. Atender a nuestros respectivos feudos, escribe, es “privilegiar lo privado sobre lo público, mirar hacia adentro en lugar de hacia afuera, y eso no es un gran facilitador de una causa común, un terreno común o un compromiso”.

Consulte: Momento de unidad

Tanto los individuos como las tribus, los grupos étnicos y las naciones se dividen en binarios simplistas: colonizador versus colonizado, opresor versus oprimido, privilegiado y no. En los campus universitarios y en las organizaciones sin fines de lucro, en los lugares de trabajo y en las instituciones públicas, las personas pueden determinar, presentar y convertir su queja en un arma, sabiendo que pueden apelar a la administración, a recursos humanos o a los tribunales en línea, donde serán recompensados con atención, si no hay una mejora sustancial en las circunstancias reales.

Los agraviados recurren a las redes sociales, donde aquellos que parecen ofendidos son alimentados en el abrevadero. Bruni se refiere a quienes hacen saber que algún representante de un partido agraviado está bajo amenaza como los “centinelas de la indignidad de Twitter”. ¡Listos para revolver la olla, que comience la indignación y que gane el quejoso más fuerte!

Pero incitar a la gente a una sensación constante de alarmismo distrae la atención de las malas acciones reales en el mundo. Convertir tragedias complejas en simples competencias entre quién cumple más requisitos rara vez aclara la situación.

La compulsión de encontrar ofensas en todas partes nos deja sin cesar. Cualquiera que sea su política, asume y alimenta una narrativa que se extiende ampliamente desde lo profundamente personal hasta lo grandiosamente político: desde yo y los míos hasta usted y el otro, desde nosotros contra ellos hasta el bien contra el mal.

La acritud no ha hecho más que intensificarse en los últimos años. El campo de batalla sigue ampliándose. Lo que comienza como una amenaza a menudo desemboca en protestas, disturbios y violencia física. Es difícil para cualquiera atravesar todo esto sin sentirse agraviado de una forma u otra. Pero nos perjudica a todos. Y si seguimos confundiendo el agravio con la rectitud, solo nos prepararemos para más de lo mismo.

(*) Pamela Paul es columnista de The New York Times

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Irán: La nueva ecuación geopolítica

Irán se ha convertido en el paradigma de la dignidad y el valor, aun sabiendo que EEUU podría haber respondido por su gendarme

Sdenka Saavedra Alfaro

/ 26 de abril de 2024 / 07:13

Más allá de la guerra mediática y la iranofobia que dominan el “lobby sionista” e imperialista en Occidente, en su complot a la República que lleva 45 años de resistencia a las sanciones y bloqueos que Washington le impone, el que minimiza, manipula y difama todas las acciones que Irán emprende en aras de su lucha y defensa hacia los países explotados y humillados por el sionismo, como Palestina, que lleva resistiendo 76 años de limpieza étnica, de apartheid, de robo de tierras.

La operación “Verdadera Promesa”, llevada a cabo por Irán el 13 de abril, respuesta en legítimo derecho, según el artículo 51 de la Carta de San Francisco de las Naciones Unidas, tras el ataque israelí a la sección consular de su embajada en Damasco, Siria, donde fueron asesinadas 13 personas, entre ellas siete miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní, representa un punto de inflexión en la nueva ecuación geopolítica, ya que demostró al mundo ser un mensaje disuasivo en la estrategia de esta república, que no atacó a civiles, no destruyó hospitales, escuelas ni residencias.

Lea: Pulverización del sistema educativo en Gaza

Solamente derrumbó el “inquebrantable” poderío del sionismo, con sus más de siete misiles hipersónicos, los que no pudieron ser interceptados por el ejército de Israel, demostrando que la seguridad individual y colectiva de Tel Aviv está sujeta a la ayuda de sus aliados y patrocinadores como Estados Unidos, Inglaterra y Francia, los que vetan un cese al fuego del genocidio en la Franja de Gaza, los que se oponen a una declaración condenatoria.

Dentro del contexto de la respuesta de Irán se encuentra la lucha por la defensa del pueblo palestino, que viene resistiendo desde el 7 de octubre, cuando se realizó la “Tormenta Al Aqsa” contra la política de destrucción masiva de Israel en el genocidio perpetrado en el enclave costero que lleva al presente un saldo de más de 34.100 muertos, donde la mitad son niños y mujeres.

La agresión israelí en la Franja de Gaza ha cumplido más de 200 días, y las fuerzas de ocupación continúan matando a los palestinos, desafiando el clamor internacional generalizado para que se ponga fin al exterminio, que ha socavado la base moral y geopolítica de la existencia misma de Israel, ya que el gobierno de Benjamín Netanyahu lo está llevando al fracaso, al infligir a Gaza en el peor desastre humanitario desde la Segunda Guerra Mundial, cultivando una visión racista y arrogante (Yuval Noah Harari).

La Mossad israelí, bajo la capa de Estados Unidos desde hace más de cuatro décadas, ha venido asesinando no solo a líderes de Irán, como el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, Qasem Soleimani, en 2020, en Bagdad, por órdenes de Trump, sino a sus importantes científicos como Mohsen Fajrizade, exdirector del Centro de Investigación Física, llevando a cabo diferentes sabotajes, complots, ataques al centro de investigación espacial de Irán, los cuales fueron silenciados por los medios hegemónicos.

Se debe reconocer que la respuesta de Irán obedece no solo a sus epifanías de su misma ideología y espiritualidad, sino a su confronte con la cultura materialista, capitalista occidental, pues su política exterior respalda la justa lucha de los desheredados frente a los arrogantes en cualquier lugar del mundo, siendo Irán el enclave del Eje de la Resistencia que aglutina a Yemen, Siria, Irak, el Líbano, los que darán su vida por Palestina.

Sin lugar a dudas, el escenario geopolítico ha cambiado, porque Irán mantiene en pausa su verdadera arma económica: el cierre del Estrecho de Ormuz, que provocaría una crisis global con el alza imparable del petróleo (Alfredo Jalife-Rahme), demostrando así que la nación persa  salvaguarda la lucha y la resistencia contra todo tipo de opresión y tiranía, ya que su defensa es un hito histórico no solo para esta nación sino para la comunidad, que en su mayoría estaban acostumbrados a callar las acciones barbáricas de Tel Aviv.

Irán se ha convertido en el paradigma de la dignidad y el valor, aun sabiendo que EEUU podría haber respondido por su gendarme. Ha tenido el coraje de hacer prevalecer la soberanía no solo de su pueblo, sino de la comunidad internacional, así como el respeto al derecho internacional, siendo clarísimo con la entidad ocupante en Palestina de que tiene los pasos contados si es que comete otro error. Israel ahora lo sabe.

(*) Sdenka Saavedra Alfaro es escritora, corresponsal internacional de HispanTV

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Ecuador: Noboa es derrotado en las urnas

El resultado obliga a un cambio en la estrategia política del presidente Noboa si quiere reelegirse en febrero de 2025

Sergio Pascual

/ 26 de abril de 2024 / 07:07

Nadie convoca un referéndum para perderlo. Es una máxima de la ciencia política. Las consultas populares están diseñadas para investir al líder con la legitimidad popular de un resultado en las urnas, un resultado contra el que ningún opositor tenga réplica. Y sin embargo Daniel Noboa, el nuevo presidente ecuatoriano, el émulo de Bukele, se estrelló contra la realidad.

En las dos preguntas fundamentales, las dos que estaban en disputa y las dos que atañían al modelo económico del presidente, la población dijo No. Dos tercios de los ecuatorianos respondieron No al arbitraje internacional (64,9%) y No al regreso al trabajo fijo por horas (68,8%).

Lea: Sí se puede

El resto de preguntas, todas ellas relacionadas con la seguridad ciudadana, eran de carácter incuestionable y sobre ellas no pesaba un debate político. En ellas, el presidente Noboa obtuvo el previsible apoyo derivado del clima de inseguridad que vive el país. Lo confirma el hecho de que las preguntas A y F, relacionadas con el papel de las Fuerzas Armadas en el control de la seguridad, fueran las más respaldadas, con un 75% de apoyo.

Este resultado dual, de un lado apoyo en el refuerzo de las políticas securitarias de Noboa y de otro rechazo al modelo económico del presidente, demuestra que un porcentaje importante de la población ecuatoriana es —como diría G. Lakoff— biconceptual, proclive a ubicarse en distintas posiciones en función de las materias, a escapar al molde simplificador que intenta imprimir la polarización política: o con Noboa o contra Noboa, o correísta o anticorreísta.

Efectivamente, hasta un 69% de los ecuatorianos votó en contra de la legalización del trabajo por horas (una cuestión por cierto sobre la que Noboa habría cambiado su posición respecto a la campaña electoral), doblando la base electoral del correísmo (32% en las últimas dos primeras vueltas presidenciales), mientras que, por el contrario, la base electoral del correísmo —al menos parte— apoyó el refuerzo del papel de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad.

El resultado obliga a un cambio en la estrategia política del presidente Noboa si quiere reelegirse en febrero de 2025. A solo 10 meses de las próximas elecciones presidenciales, Noboa se enfrenta a un dilema clave: mantener o no su política económica.

Con el voto popular en contra, mantener el rumbo económico neoliberal supondría una seria amenaza a sus posibilidades de reelección. Por contra, no hacerlo pudiera exponerlo a las críticas de los grandes medios de comunicación, principales exponentes en la presión neoliberalizadora.

Sobre la escena pende además un elemento añadido. El victorioso rechazo a las dos preguntas de corte económico fue capitaneado por el correísmo, que saldría reforzado de esta disputa. Este apoyo a las tesis correístas llega justo en el momento en que el gobierno había recrudecido la cacería judicial a la que viene siendo sometido este movimiento político desde la llegada al poder de Lenín Moreno.

De hecho, en cierto modo en el resultado de la consulta parece latir también un golpe al giro estratégico de Noboa de los últimos meses, cuando dejó de buscar la colaboración del correísmo en el Congreso para emprender una furibunda carga contra éste. Esta carga lo llevó incluso a violar la Convención de Viena sobre inviolabilidad de sedes diplomáticas, con el episodio de asalto a la embajada mexicana el 5 de abril, un episodio que ha derivado en una grave crisis de credibilidad internacional del país andino.

En definitiva, con un país en grave crisis económica agravada por la decisión presidencial de subir el IVA y el precio de los combustibles, con una crisis eléctrica que comienza a repercutir en las clases medias con graves apagones y con un clima de rechazo al modelo económico negado en las urnas, Noboa se juega todo a una sola carta: resolver el problema de la inseguridad. De lograrlo tendrá opciones de ser reelegido. De no hacerlo, la pregunta en Ecuador volverá a ser la misma que en 2021 y 2023, ¿será el correísmo capaz de agrietar la coalición de anticorreístas que, sin tener nada en común, se unen solo para votar a cualquier candidato que no sea correísta?.

(*) Sergio Pascual  es integrante de Celag Data

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Rózsa

La toma estratégica implicaba el control sobre la tierra y los recursos naturales

César Navarro

/ 25 de abril de 2024 / 11:34

Volvió a ser agenda mediática lo sucedido en el hotel Las Américas en abril de 2009, pero modificando el escenario, convirtiendo en samaritanos a los extranjeros y eximiendo de responsabilidades a los actores regionales de ese momento.

La presencia del grupo Rózsa en Bolivia no se entiende sin describir la coyuntura de 2008, que definió y marcó indefinidamente el tiempo de la revolución democrática cultural.

Consulte: ‘Fake news’

Los grupos de poder del oriente son los hijos putativos del centralismo y se constituyeron en el núcleo articulador del Estado, principalmente desde la dictadura militar de Banzer hasta la huida de Sánchez de Lozada, y la desaparición del viejo sistema político.

En 2005, las derechas —políticas y económica—, ante su inminente derrota, decidieron la retirada táctica del Estado y la toma estratégica de los departamentos, a eso se debe que los principales dirigentes de las derechas fueron candidatos a prefectos.

La toma estratégica implicaba el control sobre la tierra y los recursos naturales, sin ello no se entendía la noción oligárquica del poder regional; la autonomía era la excusa, el objetivo, el federalismo. Para lograr esta meta tenía que fracasar la Asamblea Constituyente y derrocar al gobierno indígena de izquierda anticolonial.

Durante décadas construyeron y dirigieron “su” institucionalidad, constituyéndose en la plataforma “civil” como “gobierno moral”, es decir, ser el guía espiritual que impone y preserva la ética de la cruceñidad del establishment, las autoridades políticas: parlamentarios, gobernadores, alcaldes subordinados al orden instituido; el corporativismo empresarial, síntesis del modelo de desarrollo y la sociedad urbana, el rostro de su modernidad.

En enero de 2008 decidieron la ruptura constitucional. Con el control político sobre la Corte Electoral Departamental, convocaron al referéndum anti e inconstitucional sobre el estatuto autonómico que tenía un triple efecto: desconocer la Asamblea Constituyente y al proyecto de CPE, invalidar explícitamente la condición de autoridad gubernamental del Presidente y el Vicepresidente, y poner en duda la unidad territorial.

Después de la derrota que sufrieron las derechas en el referéndum constitucional que ratificó al Presidente/Vicepresidente con el 67%, los cuatro prefectos de la “media luna” decidieron en reunión (agosto 2008) el desconocimiento y el desacato a los resultados del referéndum nacional, con bloqueo de carreteras, toma de instituciones públicas nacionales. El objetivo del control cívico-político de los cuatro departamentos era el despliegue del golpe cívico-prefectural, se manifestó en la represión/masacre por instrucción del prefecto de Pando contra los campesinos que marchaban rumbo a Cobija para su ampliado departamental y la toma violenta de las instituciones gubernamentales en Santa Cruz.

El escenario que presentaban de Bolivia era de crisis estatal. Santa Cruz y el Gobierno enfrentados, al borde de la violencia militar-civil, con esta narrativa e imagen trajeron a Eduardo Rózsa Flores al país, él reconoció esta radiografía en la entrevista que concedió al periodista húngaro András Kepes: “Me llamaron para organizar o ayudar a organizar la defensa de la ciudad de Santa Cruz, así como la de la provincia. Teniendo en cuenta que se puede contar con la actuación del gobierno central, con la intervención del ejército, y diferentes milicias indígenas”, es decir, en la opinión de Rózsa, el Gobierno estaba por intervenir con militares e indígenas armados, por lo tanto se tenía que organizar la defensa en esa misma condición. 

Rózsa continuó su relato: “La relación entre las dos partes del país se empeoró a tal profundidad que solo se puede solucionar la situación, uno, arrasando la mitad de la población, manteniendo unido al país de modo violento”. Según su percepción, con la violencia armada era la única forma que el Presidente podía gobernar. Además, Rózsa describió qué hacer: “Hay que llevar la situación, con recursos políticos, pero señalando la fuerza y estamos preparados (para) que dentro de un par de meses lleguemos a que, si no hay autonomía, si no hay convivencia con autonomía, proclamaremos la independencia y fundaremos un país nuevo”.

La meta trazada es explícita, no venía a un viaje de visita familiar o turística, sino que lo “convocaron” y trajeron por la experiencia militar que tenía en la Guerra de los Balcanes que terminó en la ruptura territorial de la ex Yugoslavia, por el origen cruceño y la identificación que tenía con la visión de las élites que impulsaban el conflicto/enfrentamiento contra el Presidente indígena del centralismo “colla/aymara”. Crisis, terrorismo y separatismo, era el escenario que quisieron imponer.

(*) César Navarro Miranda es exministro, escritor con el corazón y la cabeza en la izquierda

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