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Leche y nutrición

En 2006, el consumo per cápita anual de leche en el país llegaba a los 28 litros, un indicador que ha crecido incluso por encima del 100%, pues las proyecciones de este año señalan un consumo de 62 litros por persona. El avance es importante, pero aún está lejos de la recomendación que hace la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) de un consumo de al menos 160 litros al año por persona.

Ahora bien, la capacidad productiva de leche que tiene el país marca incluso varias señales alentadoras, pues este producto es exportado. En 2017, el volumen de las ventas al exterior fue de 6.139 toneladas, bastante más que las 4.591 toneladas que se importaron. La balanza es interesante, pero podría mejorar si se concretan las aspiraciones del sector industrial lácteo de vender este producto a México.

Si hay leche suficiente para exportar, ¿por qué el consumo interno aún está por debajo de las recomendaciones de la FAO? La respuesta tendría que llevar a varias reflexiones sobre la política de salud y alimentaria que se aplica en el país, pues aún hace falta incidir en una cultura que favorezca el consumo de leche frente a otros productos. Otra línea de reflexión debería llevar al sector empresarial a cuestionarse sobre la importación de lácteos, una práctica que si bien dinamiza el sector, también podría afectar a los productores.

De todos modos, el sector da señales de crecimiento, al igual que el consumo de este nutritivo alimento.