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Declaraciones apresuradas

De nueva cuenta, declaraciones apresuradas emitidas por autoridades policiales y judiciales respecto a un caso delicado han causado malestar en la opinión pública, luego de que la hipótesis presentada en primera instancia respecto a los presuntos responsables del hecho comentado resultase incorrecta.
Nos referimos en concreto a las aseveraciones del Ministro de Gobierno asegurando que la canica que había segado la vida del estudiante Jonathan Quispe durante una protesta organizada por la UPEA días atrás habría sido detonada por sus propios compañeros por intermedio de un petardo. Sin embargo, luego de que se difundiese un video que descartaba esta posibilidad, la Policía cambió su hipótesis, asegurando que en realidad la canica había sido disparada por el subteniente Cristian Casanova Condori, quien habría actuado de “manera personal” armado con una escopeta para gas modificada para disparar canicas.

Huelga recordar que no es la primera vez que el Ministerio Público cambia de versión respecto a hechos de sangre en pocos días, ya ocurrió antes por ejemplo con la muerte de Lorena Tórrez durante el asalto contra la joyería Eurochronos en Santa Cruz. Urge en este sentido mejorar la comunicación institucional del Estado, evitando declaraciones de prensa apresuradas con base en conjeturas antes que en investigaciones con resultados definitivos, máxime tomando en cuenta que además de restar credibilidad a las instituciones estatales, este tipo de desinformación contribuye a generar rumores que pueden afectar la dignidad de las personas involucradas.