Exportación de chía
Lo que a su vez ha abierto un nuevo mercado de exportación no tradicional que está siendo aprovechando por los productores locales. Por ejemplo, el año pasado 35 países compraron chía boliviana por un valor de $us 6,6 millones, según datos del INE.
Las bondades del suelo boliviano permiten cultivar una variedad de alimentos de gran valor nutritivo como la quinua o la chía. Esta última, una oleaginosa cuyas semillas, según los expertos, son la fuente natural más rica en ácidos grasos omega 3, esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la conservación de las células y de los órganos vitales.
Conscientes de estas virtudes, tanto más beneficiosas por cuanto el organismo humano no puede fabricar estos ácidos grasos esenciales y necesita ingerirlos a través de otras fuentes como los pescados y la chía, en los últimos años la demanda por esta oleaginosa se ha incrementado exponencialmente, principalmente en Estados Unidos y países de Europa. Lo que a su vez ha abierto un nuevo mercado de exportación no tradicional que está siendo aprovechando por los productores locales. Por ejemplo, el año pasado 35 países compraron chía boliviana por un valor de $us 6,6 millones, según datos del INE.
De todas maneras, cabe recalcar que en los últimos años Bolivia ha perdido peso en este nuevo mercado a raíz del ingreso de nuevos competidores. Por caso, los réditos de 2017 representan tan solo el 13% de los obtenidos en 2013 ($us 51 millones), el mejor año hasta ahora. De allí que para recuperar el terreno perdido hagan falta políticas estatales similares a las que ejecutan otros países vecinos, como la apertura de mercados para la venta de este producto sin aranceles a través de tratados de libre comercio, rebajas impositivas y la eliminación de trabas burocráticas a la exportación, entre otras.