Icono del sitio La Razón

Petro

En los próximos días se realizarán dos cruciales elecciones en el continente. Una será en México. La otra es la segunda vuelta en Colombia entre el candidato uribista Ivan Duke y el progresista y líder del proyecto “Por una Colombia Humana” Gustavo Petro. Duke representa a lo más reaccionario de las fuerzas políticas colombianas en el poder desde que se independizara esa república de España. Petro representa a los movimientos sociales y líderes históricos que sin temor al narcotráfico ni a los sicarios buscan una Colombia soberana, más digna y con políticas de inclusión social.

En Colombia han marcado la historia latinoamericana personajes como el progresista Eliecer Gaytán, cuyo asesinato en 1948 provocó la revuelta popular conocida como “bogotazo” que casi acaba con el régimen archirreaccionario de la oligarquía. Otro candidato de línea progresista fue Luis Carlos Galán, quien con un discurso claro denunció las vinculaciones de las Fuerzas Armadas y la Policía con el narcotráfico. Este hecho provocó su asesinato en 1989, poco tiempo después de ser elegido candidato presidencial.

Gustavo Petro ha roto por primera vez el rígido bipartidismo colombiano entre liberales y conservadores, que en los hechos representan los mismos intereses, y ha logrado pasar al balotaje. Según las encuestas emitidas por la televisión colombiana, Duke aventaja a Petro en la intención de votos con apenas cinco puntos; margen que es muy volátil y que puede variar en uno u otro sentido.

Petro ha logrado importantes adhesiones como el apoyo de Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC durante años y excandidata a la presidencia; así como el del exalcalde Mockus, extravagante político antisistémico. A su vez Duke ha apelado al discurso anticomunista, chovinista, guerrerista al más puro estilo de su mentor, el ex- presidente Álvaro Uribe, férreo opositor a cualquier acuerdo de paz con la guerrillas de las FARC y el ELN, pero tolerante con los grupos paramilitares de autodefensa, muchos de ellos estrechamente vinculados con el narcotráfico.

Esta elección se da en circunstancias en las que España pudo —al fin— sacar del cargo al conservador Mariano Rajoy, quien ha dejado a su país en la peor situación financiera y social en 20 años. Su sustituto, Pedro Sánchez (del Partido Socialista Español-PSOE), tiene una visión moderna y conoce la realidad latinoamericana. Finalmente también en México se desarrollarán elecciones presidenciales. Todas las encuestas dan como ganador a López Obrador, hombre de izquierda cuya victoria significará un enorme cambio en la política interamericana. Estos vientos de cambio que la derecha no comenta serán noticia en los próximos días.