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Habitus

Habitus es una categoría sociológica introducida por Pierre Bourdieu, y se refiere al conjunto de modos de ver, sentir y actuar que, aunque parezcan naturales, son sociales; es decir, están moldeados por las estructuras sociales, se aprenden y se aprehenden. El habitus aparece como la mediación entre las condiciones objetivas y los comportamientos individuales. Hablar de habitus es colocar lo personal como colectivo.

Pierre Bourdieu lo concibe como “la interiorización de la exterioridad y la exteriorización de la interioridad”; o también como “sistemas de disposiciones duraderas, estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes”. Esta manera de referirse al habitus como estructuras estructuradas y como estructuras estructurantes a la vez es, tal vez, la manera más clara de explicarlo, en tanto Bourdieu nos está diciendo que el habitus se aprende al participar de un determinado campo. Y en consecuencia, se trata de una estructura (exterior) estructurada (interior) y que desde ese interior (estructura estructurada) el agente se encarga de reproducir con su práctica el conjunto de relaciones sociales; solo entonces el habitus funciona como estructura estructurante. Es decir, el habitus es una subjetividad socializada.

Veamos un ejemplo ahora que estamos con el Mundial. Un jugador de fútbol aprehende las reglas del campo y las interioriza. En ese momento ya no decide sus acciones de forma racional, sino por medio de su habitus. Por ejemplo, no tiene que preguntarse si puede o no levantar la pelota con las manos, simplemente se comporta con su habitus. Los deportistas llaman a esto sentido del juego; es decir, un dominio práctico del juego que se adquiere por experiencia y que funciona más allá de la conciencia y del discurso.

Dicho de otro modo, el habitus ayuda al sujeto frente a la aparición de una situación que antes no la había experimentado. Entonces frente a una pluralidad de posibilidades de comportamiento, el habitus dirige la acción del sujeto a un número cada vez más limitado de posibilidades. Es decir que el habitus supone un conjunto de disposiciones que permiten prever que un determinado sujeto se comportará de una determinada manera y no de otra. El habitus no es una disposición determinante, sino una disposición abierta a lo posible, debido a que ha sido estructurado de una determinada manera. Un buen jugador es en realidad un buen habitus habitando un cuerpo.

Hoy en día, habitus no es solo un término de investigación sociológica, sino una categoría para comprender por qué un sujeto, pese a rechazar constantemente un determinado comportamiento, puede terminar siendo parte de él. No es su voluntad, es su condición, sus determinaciones, el lugar que ocupa expresado en sus acciones; es decir, es su habitus.