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Adicción a los videojuegos

El lunes, como parte de una primera actualización realizada tras 11 años de trabajo y tres décadas desde la última revisión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió incorporar en su Clasificación Internacional de Enfermedades el uso abusivo de los videojuegos como un desorden de comportamiento. Además, excluyó de esa lista a la transexualidad como una enfermedad mental; exclusión que las asociaciones LGTBI llevaban años reclamando.

Respecto a esta determinación, el director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Shekhar Saxena, explicó a los medios internacionales de comunicación que la transexualidad ya no es considerada una enfermedad mental “porque no hay evidencias de que una persona con un desorden de identidad de género deba tener automáticamente al mismo tiempo un desorden mental, aunque suceda muy a menudo que vaya acompañado de ansiedad o depresión”.

En cuanto a los videojuegos, los especialistas alertan que esta práctica puede considerarse como adictiva en la medida en que se le da prioridad sobre otros intereses y actividades diarias de la persona “a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas” que esto conlleva. Y es que además de obesidad, pasar muchas horas jugando videojuegos puede mermar la capacidad de concentración y de esfuerzo de las personas, lo que finalmente repercute negativamente en su desempeño escolar o laboral, como bien alertan varios estudios realizados al respecto.