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Valores bolivianos

Profundamente desconfiada, feliz mientras es joven y cada vez menos católica: son tres rasgos que definen a la población boliviana de hoy, entre muchos otros medidos a través de un estudio global, la Encuesta Mundial de Valores (EMV), que por primera vez consultó en el país a las y los bolivianos acerca de sus percepciones sobre su vida, su pasado y su futuro.

Se trata de un estudio que aplica la misma encuesta en 60 países del mundo y que en el caso boliviano contó con la participación del Centro de Investigaciones Sociales (CIS), la Vicepresidencia, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Oxfam y la ONG Ciudadana. Todas estas instituciones sumaron esfuerzos para aplicar la encuesta en 35 municipios, entrevistando a 2.067 adultos y 813 personas de entre 12 y 17 años de edad. El trabajo de campo se realizó el primer trimestre de 2017 y el informe se presentó días atrás en La Paz.

Además del dato que muestra que la felicidad de las y los bolivianos puntúa 7,5 sobre 10, pero solo mientras son jóvenes, pues la percepción va disminuyendo a medida que pasan los años, se descubrió que en el país la población promueve la igualdad de género solo “de puertas para afuera”, pues en el hogar se conservan los roles tradiciones de varones y mujeres; que solo una de cada 10 personas encuestadas cree que se puede confiar en la mayoría de la gente, mientras el 90% restante dice ser muy desconfiado con los demás; que seis de cada 10 personas declaran ser católicas y que en general la gente desconfía y es poco tolerante con ideas religiosas distintas a las suyas.

También se halló que la población boliviana tiene una alta tendencia a formar grupos y organizarse bajo distintas formas, el doble del promedio mundial; que la mayoría cree que la educación de las y los hijos debe integrar nociones de buenos modales, respeto y tolerancia hacia los demás; que la generosidad es un aspecto poco importante en la educación de niñas y niños; y que la imaginación es muy poco valorada en general.

Asimismo, un dato que llama poderosamente la atención es el hecho de que para las y los bolivianos la conservación del medio ambiente está por encima de las necesidades del desarrollo económico, lo cual explica algunas movilizaciones de los años recientes en contra de algunos proyectos estatales.

Los que se comentan aquí son apenas los datos más llamativos obtenidos de una muy extensa encuesta que ayuda a comprender cuál es el “espíritu de los tiempos” en el país. Es decir, qué valores son más importantes para la sociedad y, sobre todo, cómo éstos se materializan en la vida cotidiana. Estado e instituciones diversas pueden beneficiarse grandemente de esta información y, fundamentalmente, aprovecharla para orientar mejor sus esfuerzos en materia de desarrollo social y económico.