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Resistencia chilena

Es posible que pocas veces las máximas autoridades de la Cancillería chilena se hayan mostrado tan abiertamente hostiles respecto a la posición boliviana sobre el acceso a las costas del océano Pacífico del país como en los últimos años. La última manifestación en este sentido se produjo días atrás, en una entrevista al Canciller chileno publicada por el diario El Mercurio. Es posible que pocas veces las máximas autoridades de la Cancillería chilena se hayan mostrado tan abiertamente hostiles respecto a la posición boliviana sobre el acceso a las costas del océano Pacífico del país como en los últimos años. La última manifestación en este sentido se produjo días atrás, en una entrevista al Canciller chileno publicada por el diario El Mercurio.

En esta entrevista, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Roberto Ampuero, criticó al Presidente de Bolivia “por los cambios de opinión que ha manifestado con respecto a Chile”, afirmando que la posición del Mandatario boliviano respecto a su país ha sufrido una “metamorfosis” cuando los miembros de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) elaboran el fallo definitivo sobre la demanda planteada por Bolivia para lograr un diálogo de buena fe con el vecino país respecto del más que centenario diferendo.

El Canciller chileno sostuvo que Evo Morales, quien durante su última visita al Vaticano instó nuevamente a su homólogo chileno a iniciar un diálogo, “muestra en estos días una vez más la metamorfosis en su postura hacia Chile. Ahora preferiría ignorar la dimensión judicial en que instaló los nexos entre La Paz y Santiago: ofrece pasar por alto lo que él mismo generó (la demanda contra Chile en La Haya) e iniciar un diálogo directo como si aquella no existiese”.

En la misma línea, insistió en el mismo argumento que las y los bolivianos escuchan de autoridades chilenas desde hace muchos años: que se trata de declaraciones que buscan satisfacer un objetivo de política interna. Según el ministro chileno, el Presidente boliviano está preparándose para la campaña electoral de 2019, por lo que “se trata, entonces, de una promesa imposible”.

El primero en reaccionar a las declaraciones de Ampuero fue el expresidente y agente de Bolivia ante la CIJ en La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien explicó a este diario que aquella posición “no favorece al clima de entendimiento, que debe estar por encima de cualquier otro propósito o diferencia de orden político”. El representante boliviano ante el máximo tribunal multilateral agregó que “Bolivia y Chile son y serán vecinos, sus líderes y sus pueblos tienen por delante el desafío de entenderse y mejorar sus relaciones en favor de una convivencia pacífica y constructiva”.

Las palabras del canciller Ampuero son una nueva manifestación de la agenda de su país respecto del diferendo con Bolivia, y deberían entenderse como intentos de generar algún rédito político ante la opinión pública de ese país. Sin embargo, lo que debe preocupar es el fondo de la declaración, que una vez más revela el poco interés chileno en generar condiciones para un diálogo “constructivo y de buena fe”. La diplomacia boliviana debería estar muy atareada generando iniciativas para cuando se conozca el fallo de la CIJ.