Oro y muerte en Arcopongo
Ya en 2014 un choque similar se cobró la vida de tres personas, luego de que los cooperativistas incendiaran tres comunidades a fin de amedrentar a los pobladores para poder explotar el río sin ninguna oposición.
El hallazgo de oro suele relacionarse con prosperidad y oportunidades de enriquecimiento allí donde ocurre el portento. Sin embargo, esto no siempre sucede. De hecho, muchas veces su descubrimiento trae consigo más problemas que beneficios; realidad que por ejemplo se vive en estos momentos en Arcopongo.
En efecto, desde que se descubrieron yacimientos de oro en el río Chaquety, esa región paceña, ubicada al norte de la provincia Inquisivi, se ha llenado de cooperativistas ávidos por devorar sus riquezas, dispuestos a superar cualquier obstáculo que se les ponga en frente, aunque se trate de vidas humanas.
Por ello, no resulta casual que días atrás una persona haya fallecido y otras cuatro resultaron heridas tras un enfrentamiento entre comunarios y cooperativistas por el derecho a explotar el tesoro escondido debajo de las aguas del Chaquety. Ya en 2014 un choque similar se cobró la vida de tres personas, luego de que los cooperativistas incendiaran tres comunidades a fin de amedrentar a los pobladores para poder explotar el río sin ninguna oposición.
Y lo peor de todo es que, además de esta violencia extrema, los comunarios se han contagiado de esta euforia minera, orientado gran parte de sus esfuerzos tras el oro, descuidado así sus habituales actividades como la cría de ganado y el cultivo de alimentos. Todo ello en pro de una actividad que genera una riqueza efímera que tarda más en llegar que en irse, pero que deja una estela de destrucción a su paso, particularmente en el medio ambiente, por el uso del mercurio, un metal altamente tóxico prohibido en todo el mundo, pero ampliamente utilizado en el país.