Días atrás, el Gobierno nacional inauguró las instalaciones de la nueva Morgue Judicial de La Paz, un proyecto largamente anhelado por la ciudadanía paceña, habida cuenta de los elevados riesgos de salubridad que subyacen detrás de la incorrecta manipulación de los restos mortales.
Y es que, no sobra recordar, actualmente la morgue judicial funciona en espacios instalados de manera improvisada en el Hospital de Clínicas, sin sistemas de refrigeración ni cámaras frigoríficas, donde los cuerpos son depositados incluso hasta tres meses antes de ser enterrados. Esto porque, según los responsables del Instituto de Investigaciones Forenses, no cuentan con los recursos necesarios para hacer este tipo de operaciones semanalmente. Por lo tanto, deben esperar a que los cuerpos se acumulen antes de proceder a enterrarlos. Precariedad que además de generar un olor nauseabundo pone en riesgo la salud de quienes trabajan en aquel lugar, así como de los pacientes del Hospital de Clínicas y de la ciudadanía en general.
De allí que la noticia de la inauguración de la nueva morgue judicial fue celebrada por propios y extraños. No obstante, según confirmaron a este diario las autoridades departamentales de salud, se trató de una inauguración a medidas, ya que aún no cuenta con cámaras frigoríficas y falta construir una planta de tratamiento de aguas servidas especial para instalaciones de este tipo. Por tanto, es posible que la sede de gobierno tenga que esperar varios meses más para contar, al fin, con una morgue judicial con las condiciones básicas que demanda este delicado trabajo.