Choferes vigilados
Por primera vez se puede percibir que la fuerza pública está actuando en el marco de sus competencias
En Santa Cruz de la Sierra, una iniciativa policial está produciendo interesantes resultados: un grupo de “agentes encubiertos” está vigilando el comportamiento de los conductores de buses de transporte de pasajeros, y hasta ahora han logrado no solo imponer una importante cantidad de multas por diferentes irregularidades, sino, sobre todo, una mejora en las actitudes de los profesionales del volante.
La idea surgió del Comando Departamental de la Policía, cuyo comandante explicó al corresponsal de este diario en la capital cruceña que el trabajo iniciado los últimos días de junio consiste en observar si los conductores de buses modelo Coaster observan no solamente las reglas de tránsito, sino también si cumplen con sus obligaciones como prestadores de servicio de transporte de personas.
Aquellos que son identificados como infractores reciben una multa de Bs 100 y están obligados a asistir a una charla de una hora sobre normas viales. El esfuerzo sirve también para identificar a delincuentes que aprovechan las aglomeraciones para hurtar bienes de los pasajeros.
Según la autoridad policial, en las primeras semanas del plan se identificó y sancionó a 50 choferes de micros por día, pero a partir de la segunda mitad de julio esa cantidad se redujo a unos 10 casos diarios en promedio. “No solo se multa por pasarse el semáforo en rojo, sino también por negarse a prestar la atención de transporte público a ancianos”, añadió la autoridad. De igual manera se impone multas a los conductores que no respetan la tarifa escolar o no transportan de manera gratuita a las personas con discapacidad. “También se castiga a los transportistas que no alzan a niños o mujeres embarazadas”.
Según el reporte, las infracciones de tránsito más comunes son conducir con exceso de velocidad, conducción imprudente, y circular con las puertas abiertas. Asimismo se ha impuesto sanciones a quienes no llegan al final de su ruta, a quienes no respetan los semáforos en rojo, a los que trabajan con vehículos en mal estado y a los conductores que maltratan a sus pasajeros.
Con todo, reconoce el jefe policial, siempre hay reincidentes; por lo que se ha propuesto complementar el esfuerzo aplicando, con ayuda de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), tests psicológicos para evaluar a los conductores y decidir si están en condiciones de desarrollar sus actividades. Aquellos que no supe-ren la prueba, podrán ser atendidos en el Gabinete Psicológico de la UAGRM hasta estabilizar sus emociones y poder retornar a su trabajo.
Se trata, pues, de una iniciativa digna del mayor encomio, pues por primera vez se puede percibir que la fuerza pública está actuando en el marco de sus competencias dentro del siempre complejo y conflictivo sector del transporte urbano de pasajeros. Es deseable que la iniciativa pronto sea emulada en otras ciudades del país, comenzando por La Paz, donde la violencia parece ser la actitud favorita de los choferes.