Noticias de África
Marfil, caucho, diamantes, petróleo… son algunas de las riquezas que los pueblos africanos entregaron y aún continúan haciéndolo a los países más ricos de Occidente. Mientras que de ellos recibieron esclavitud, pobreza, enfermedades mortales, devastación de sus suelos, desaparición de su increíble fauna y, sobre todo, hambre. Los conflictos políticos que viven los pueblos africanos, el tercer continente más grande del planeta, poco o nada interesan a sus excolonizadores, quienes solo esperan que sus antiguos esclavos no lleguen a sus costas. Es tan poco lo que se conoce de ese continente. Casi nada se difunde de lo que sucede en aquellos países, donde millones de personas huyen de los conflictos internos, de enfermedades como el ébola, de las sequías que han asolado sus tierras, o del hambre que padecen más de 200 millones de sus habitantes.
Parecería que el mundo le da la espalda y prefiere ignorar lo que sucede en África. En este tiempo en el que las noticias se esparcen con una inmediatez que no termina de asombrar, las crisis africanas son invisibles, a pesar de que en ellas está comprometida la vida de millones de seres humanos. A modo de ejemplo citaré solo algunos de los conflictos que están en curso.
Comencemos con República Democrática del Congo. Allí una guerra civil ha desplazado a más de cinco millones de personas, quienes se refugiaron en países vecinos sin poder escapar de la enfermedad del cólera, que los persigue donde van. En Sudán del Sur también se libra una guerra civil desde 2013, por esta causa más de dos millones de personas tuvieron que dejar sus casas. Su otra lucha es contra el hambre. República Centroafricana tiene a su población atrapada entre los rebeldes y el Ejército gubernamental desde hace 16 años. En Burundi, miles huyeron a Tanzania; pero allí les esperaba el cólera en el río Tanganica, otra batalla a librar. Estos son algunos de los conflictos que se viven en el continente africano y de los que casi no nos llega ninguna información.
Occidente busca evitar que los desplazados se arriesguen a cruzar el mar en barcas de juguete para llegar a sus playas, vivos o muertos. La única forma es ayudando a que estos países salgan de la pobreza, que mejoren la educación, que la comunidad internacional presione para que se superen los conflictos internos.
Entre tantas malas noticias, el lunes 9 de julio se puso fin al conflicto armado que tenía enfrentados desde hace 20 años a Etiopía y Eritrea (en el Cuerno de África), y que causó más de 100.000 fallecidos. Esta buena noticia tampoco se difundió; ni lo bueno, ni lo malo. A pesar de lo lejana que está África de Latinoamérica, vale la pena recordar que ambos somos continentes del sur del planeta.