Voces

Sunday 15 Sep 2024 | Actualizado a 20:05 PM

K’arachis en La Paz

/ 30 de agosto de 2018 / 04:12

Al igual como ocurre con muchas otras especies de animales que solamente habitan en territorio nacional, varios peces endémicos de Bolivia se encuentran seriamente amenazados. Por caso, en el oriente del país se estima que sobreviven tan solo 1.000 delfines rosados, cuya población se ha visto diezmada debido principalmente a la pesca indiscriminada. Y es que, según alertan los guardaparques, el olor de su grasa atrae mejor que cualquier otra carnada a peces blanquillo carroñero, que son muy demandados en el mercado, sobre todo en Cochabamba.

Y a la pesca indiscriminada se suman otras amenazas como la elevada contaminación minera e industrial de las principales cuencas hídricas; así como la introducción de especies foráneas altamente agresivas, como la trucha o el pejerrey, entre otros factores. Este es el caso por ejemplo de las orestias, mejor conocidas como k’arachis. De acuerdo con el Libro Rojo de la fauna silvestre de vertebrados, el 70% de los peces amenazados en el occidente de Bolivia pertenece a esta familia. Por ello, el reciente hallazgo de la presencia de este tipo de peces en cinco lagunas del valle de La Paz realizado por biólogos del Museo Natural de Historia Natural constituye, sin duda, una muy buena noticia, pues permite albergar la esperanza de que se están recuperando.

Sin embargo, ello no debería ser óbice para reforzar los controles en las lagunas y áreas protegidas del país, que hoy en día se encuentran a merced de los pescadores furtivos y de la explotación ilegal de yacimientos mineros, la cual, como bien se sabe, se realiza sin ningún reparo con el cuidado del medio ambiente.

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Falta voluntad política

Julieta Paredes Carvajal

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:31

Las luchas de nuestro pueblo han sido acompañadas por procesos de reflexión donde se articula lo urgente con lo estratégico. Quiero decir con estratégico, el vínculo con los proyectos históricos que la memoria larga de los pueblos indígenas originarios conserva, con los desafíos que nos presenta el mundo actual, donde con la ayuda de nuestras ancestras debemos encontrar las formas de construir caminos, de reconstruir y sanar el mundo y el planeta, sin caer en la tentación de ser una decoración más, incluida en un viejo sistema que devora y anula las posibilidades revolucionarias de la humanidad.

Revise: Que el pueblo decida

Hoy en lo urgente tenemos el alza de precios, que si bien no es una crisis económica como tal, sí afecta a las familias y no existen propuestas de medidas económicas concretas de parte del gobierno para controlar las exportaciones. Hoy el porcentaje de exportación no ha bajado en Bolivia, pero sí ha cambiado el actor de la exportación, pues se está haciendo esta actividad, principalmente desde el sector privado; la agroindustria y la gran minería siguen exportando y tienen condiciones más libres de libre mercado, condiciones creadas por el neoliberalismo. Resultado de esto es que no hay ningún control del ingreso de los dólares y eso es lo que está generando una inestabilidad económica. Por supuesto que la banca juega un papel importante, pues son ellos quienes especulan con los dólares. ¡Cuándo no!

A esta situación se suma la del descontento de los sectores sociales; transportistas, campesinos, gremiales, comerciantes, campesinos, pueblos originarios están movilizados y organizados, exigiendo medidas para solucionar la crisis, aunque de parte del gobierno no hay propuestas. Pero tampoco de parte de los hermanos que se articulan alrededor del Evo no presentan un plan dadas las actuales condiciones.

En las últimas semanas aparece un nuevo actor social, el ejecutivo de la Túpac de La Paz, David Mamani, que por lo que le escuchamos tampoco presenta propuestas, hace pedidos al gobierno y como solución plantea bloqueo de caminos hasta que renuncie el presidente y el vice y que se adelanten las elecciones. ¿Es eso una propuesta? No, no lo es.

Creemos que es un tiempo propicio para pensar en la democracia de los pueblos, que es como podemos llamar en castellano, para que nos puedan entender, pero en realidad son las prácticas ancestrales del auto gobierno. Es el momento de pensar y profundizar las formas de participación de hombres y mujeres en los destinos de Bolivia, nuestro territorio.

En el gobierno del hermano Evo Morales se implementó, pero muy tímidamente, medidas que nos mostraron dónde está el dinero que pertenece al pueblo de Bolivia. Nuestro dinero está en la acumulación capitalista de los empresarios y en la fuga de esta acumulación a paraísos fiscales donde ni siquiera pagan impuestos a nuestro país. Se trata entonces de fortalecer la banca del Estado y administrarla eficientemente. Se trata de que el fondo de pensiones esté siendo administrado por gente que sabe y no por chacras que ensayan medidas. O sea que hay medidas posibles, hay dinero para recuperar, pero no hay la valentía y la voluntad política de hacerlo. Sin duda que si nos mantenemos unidos, podremos encontrar muchas más soluciones. Esas son medidas que conectan lo urgente con lo estratégico.

(*) Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria

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La APLP ante el espejo

La APLP dejó de ser la casa común de las y los periodistas para convertirse en un barco exclusivo de una parcela

José Luis Exeni Rodríguez

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:20

La Asociación de Periodistas de La Paz tiene nuevo directorio. Enhorabuena. Conozco al presidente (Raúl Novillo) y al vicepresidente (Erick Torrico), así como algunos integrantes del directorio y del tribunal de honor. Son periodistas experimentados, gente honorable, bien intencionada. Por ello, como socio alejado de la institución, me permito plantearles cuatro retos. Son mínimos de regeneración interna.

El primer reto es democrático. Los comicios del pasado 27 de agosto deben ser los últimos con fórmula única. Más que “elección”, se tiene una suerte de pasanaku, un simulacro. Igual que las primarias de los partidos para sus binomios presidenciales. El nuevo directorio, pues, debiera lograr que, dentro de dos años, la APLP tenga elecciones competitivas. No basta decir “ello es permitido por el estatuto” (ufa). Si el estatuto no garantiza democracia interna, hay que reformarlo.

Consulte: Referéndum interruptus

El segundo desafío es de participación. Es difícil saber cuántos miembros tiene hoy la Asociación. En 2006, me correspondió el registro N° 975. Supongo que desde entonces el número habrá aumentado. ¿Cómo es posible que se habiliten tan pocos “afiliados activos” para votar? ¿Estamos ante una entidad en proceso de contracción? Convengamos en que la legitimidad de origen de un directorio con solo 83 votos es muy pobre/triste. Hay que repoblar la APLP.

Inclusión, es el tercer reto. Desde hace tiempo, la APLP dejó de ser la casa común de las y los periodistas para convertirse en barco exclusivo de una parcela, con pensamiento único. Si eres operador mediático autodenominado “independiente” (sic), abre la muralla; si te etiquetan de otra cosa, como “paraestatal” (recontra sic), cierra la muralla. En la cofradía excluyente amigo/enemigo no caben puentes ni matices. Ojalá el nuevo directorio edifique unidad con diversidad y pluralismo.

Por último, el desafío deliberativo. En un contexto de crisis del periodismo, los medios y las asociaciones estamos contribuyendo poco y mal a la conversación pública en democracia. Claro que hay excepciones y diferencias. Pero en general perdemos la batalla contra el descrédito del oficio, su polarización, la saturación informativa, la omnipresencia digital, el faccionalismo, las noticias falsas, en fin, la autocomplacencia. Los pronunciamientos con línea son simpáticos, pero insuficientes.

Volvamos a los tiempos de Ana María y Luis Ramiro. La prestigiosa Asociación era motivo de orgullo. Hasta que llegaron las Lupes y los Humbertos —y sus epígonos—degradándola con fines instrumentales y sus vendettas. Para empezar, flamante directorio, sin exclusiones, podríamos mirarnos en el espejo y debatir. Toca regenerar a la APLP.

FadoCracia agorera

1. En un espléndido cuento, Benedetti narra la historia de un profeta al que nadie creía por sus pronósticos a futuro, imposibles de comprobar. Hasta que un día «dijo en la plaza: “Dentro de diez segundos os mostraré mi lengua”, y antes de que algún descreído lo pusiera en duda, mostró su lengua innegable y probada, vaticinada y roja». 2. Algo similar ocurre con los Nostradamus bolivianos respecto a la economía. 3. Desde hace casi dos décadas, anuncian periódicamente el quiebre del modelo inaugurado en 2006. “Esta vez sí”, “falta poco”, “ahora es cuando”. 4. Hoy los profetas del colapso están felices: el modelo econonómico social comunitario productivo se cae a pedazos. Al fin. “El gas se hizo gas”. Es tiempo de celebrar. 5. A mediados del año pasado, alguno hasta le puso fecha al desplome: será en diciembre, con el quiebre del sistema financiero. 6. Pero el cadáver ¡ay! siguió viviendo (grande Vallejo). Y hasta demandó, cínico, en un cónclave de economistas, “proponer soluciones”. 7. “Nuestro tiempo ha llegado”, sonríen con ingenuidad los agoreros del desastre. Muestren su lengua.

(*) José Luis Exeni Rodríguez es politólogo

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Ch’inqhu social…

El chileno nacionalista pero occidentalizado, piensa que Bolivia es la cenicienta en todas las actividades

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:07

Pocas veces se juntan tantos problemas sociales que tienden a generalizarse en una complicación mayor. Las pugnas políticas internas entre arcistas y evistas se hacen insostenibles cada día que pasa. Desde el lenguaje amenazante y bélico hasta algunas acciones, como la toma de la sede de la COB, son algunos ejemplos de esta rivalidad.

Las quemas digitadas por empresarios oportunistas en los bosques de la Amazonía, el oriente y el Chaco nos colocan en una lucha impotente. Lo peor, pensamos combatir el fuego con agua y bomberos, muchos de ellos voluntarios. Pero tan pronto apagan el fuego, las manos criminales vuelven a incendiar.

Lea: San Antonio y el antifútbol profesional

Las consabidas campañas de solidaridad también están ahí, presentes desde algunos años. Pero a futuro ¿cómo combatimos el fuego y a los pirómanos anti-bosques y adoradores de la muerte? Es extraño que las principales autoridades de los municipios afectados no estén luchando contra las quemas ni contra los pirómanos.

Hasta ahora no hay pronunciamientos desde los espacios académicos. Por ejemplo, la UMSA solo se afanó en implementar las clases virtuales. ¿Qué dicen las carreras “científicas”? Por ejemplo, de química, de física. Hace años que se maneja la información de que alguna composición química tiene la capacidad de combatir el fuego. ¿Es cierto esta investigación, por qué no aplicarla? ¿Será que nuestros químicos/as, físicos/as no saben o no se han actualizado sobre esta forma de combate contra el fuego? Se tiene que apostar por soluciones estructurales. No podemos seguir cada año batallando con agüita y bomberos, porque, tan pronto se sofoca el fuego, los depredadores de la naturaleza nuevamente vuelven a incendiar.

En medio de la humareda en el país, hay un hecho que ha generado mucho optimismo y opinión: el triunfo de la selección boliviana frente a la chilena por 2 goles a 1 en la ciudad de Santiago. Este triunfo inusual se ha convertido en una especie de bálsamo social y hasta político en medio de la agitada vida societal. A pesar de que el fútbol y su organización es una actividad de la empresa privada, los diferentes estratos sociales del país lo han internalizado como suyo. Esta representación privada, convertida en pública, es la constructora de las identidades nacionales contemporáneas. En el caso boliviano, el triunfo nacional en territorio chileno le ha dado una tónica de mezcla histórica debido a la pérdida del acceso al mar a manos de Chile en 1879.

Las élites chilenas, muy adscritas al mundo europeo, sobre todo con lo alemán y equivalentes, pensaban que se podía ganar fácilmente el partido. El chileno nacionalista, pero occidentalizado, piensa que Bolivia es la cenicienta en todas las actividades. Está claro que existe un fuerte menosprecio y hasta actitudes racistas por parte de los jugadores de Chile. Pero fue grata la sorpresa del triunfo del equipo boliviano, cuasi juvenil, que no se doblegó, a pesar de la actitud del jugador chileno Eduardo Vargas, que, sin pensar en la ética del futbol, convirtió el empate cuando el arquero Carlos Lampe sufrió la ruptura del tendón de Aquiles. A Vargas no le importó nada, incluso que muera Lampe, para conseguir un gol. Los traumas de la guerra del Pacifico se expresan también en contiendas del fútbol. Esto explica por qué el nacionalismo chileno, o mejor dicho el nazifascismo instaurado por Pinochet, aún pervive y hoy se reproduce en las redes sociales.

Por la derrota de Chile frente a Bolivia, el actual director técnico de su selección, Ricardo Gareca (argentino), y exseleccionador del Perú, es tildado de infiltrado peruano en Chile. Aquí vemos cómo la mentalidad chilena de la guerra de 1879 no se ha perdido del todo y aún se reproduce en las nuevas generaciones, incluida la generación futbolera. Janikiwa suma thakhiru sarantxtanti. Ma uruxa wali ch’axwasa, qhipuruxa sumakaraki.

(*) Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo

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Bajo Fuego

Requerimos con urgencia que el Estado tome en serio su discurso sobre los derechos de la Naturaleza

Lourdes Montero

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:02

Cada año, como un funesto ritual, enfrentamos durante 16 semanas la quema de nuestros bosques. Desde 2002 hasta 2023, el área total de bosque primario húmedo en Bolivia disminuyó en 10%. Y este año, según instituciones especializadas, hemos reportado 34.078 focos de calor, haciendo del 2024 uno de nuestros peores años.

Todos nos preguntamos ¿Qué es lo que provoca este periodo dantesco? ¿los bolivianos y bolivianas somos tan irresponsables que, por beneficios económicos o intereses políticos, prendemos fuego nuestro territorio? Y tal vez lo más importante ¿podemos hacer algo para evitarlo? Comparto los cinco temas centrales en esta discusión.

Consulte: Que nos dice el censo sobre las mujeres

Hay años, como el actual, en que el fuego es más crítico debido a los factores climáticos. Entre los especialistas se habla del 30-30-30 como las tres condiciones climáticas que, juntas, ayudan a una propagación rápida del fuego: 30 o más grados de temperatura, menos de un 30% de humedad del ambiente y más de 30 nudos de velocidad del viento. Esta condición climática se incrementa cada año y el 2024 se presenta como el año más caluroso jamás registrado, con una temperatura media global que supera en 1,51 °C el período preindustrial.

Este contexto global se intensifica con los procesos de cambio de uso del suelo que enfrentamos en Bolivia. Parte de las Tierras de Producción Forestal Permanente (TPFP) fueron convertidas a ganadería y agricultura utilizando prácticas de desmonte y “chaqueo” inadecuadas. De continuar la tendencia actual se estima que, a 2040, la mitad del Bosque Seco Chiquitano desaparecerá bajo la acción humana.

Esto en parte responde al horizonte de desarrollo extractivista intrínseco al “modelo económico boliviano”, que plantea como metas aumentar las tierras cultivadas de 3,5 a 12 millones de hectáreas y duplicar la población vacuna para el 2025. Esto es acompañado por una serie de políticas de incentivo a la producción agropecuaria que incluye créditos a muy bajas tasas de interés, así como la subvención a los hidrocarburos.

Esta visión, y la presión del “modelo cruceño de desarrollo” al Estado ha generado una arquitectura legal que incentiva el uso del fuego como herramienta para abaratar costos en la producción, como la Ley 741, la cual amplía el desmonte de cinco a 20 hectáreas en tierras con cobertura boscosa, así como el Decreto Supremo 3973, que autoriza el desmonte y las quemas inclusive en tierras forestales. Este es parte del paquete de las denominadas “leyes incendiarias”, tan cuestionadas en el actual contexto.

Por último, debemos plantear que parte del problema es la insuficiente capacidad de control de parte de las autoridades de todos los niveles, para supervisar y/o evitar los asentamientos en tierras de producción forestal permanente. También la falta de investigación, seguimiento y sanciones a los casos conocidos de incendios ilegales de años anteriores.

Así, la lucha contra los incendios forestales requiere un enfoque integral. No se puede tratar la cuestión de las quemas periódicas desde un enfoque desconectado, por ejemplo, de la contaminación por mercurio de los ríos amazónicos, ni de la expansión de la frontera agrícola para la ganadería y la producción de agrocombustibles.

Ello nos lleva a preguntas incómodas, por ejemplo ¿es posible/tenemos la voluntad de revertir grandes propiedades que no cumplen la función económico social? Estas políticas de cumplimiento de la función, ¿se constituyen en un incentivo para la deforestación? ¿seguimos adelante con los proyectos de biodiésel a pesar de la amenaza ambiental que implica? ¿impulsamos la exportación de carne a pesar de que la ganadería es una de las principales causas de la deforestación en la Amazonía? En fin, requerimos con urgencia que el Estado tome en serio su discurso sobre los derechos de la Naturaleza y deje de ser permisivo ante la destrucción de la Naturaleza.

(*) Lourdes Montero es cientista social

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Asamblea Legislativa: el Titanic boliviano

El actual parlamento ha sido, hasta la fecha, uno de los más intrascendentes en nuestra historia reciente

Diego Pary Rodríguez

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:02

El parlamento como institución ha acompañado el desarrollo de los sistemas políticos, a lo largo de la historia, desde las antiguas asambleas en sociedades premodernas hasta los parlamentos modernos representativos que hoy conocemos.

Las primeras formas de deliberación política organizada se remontan a las antiguas civilizaciones, como es el caso de la antigua Grecia o Roma, sin embargo, los parlamentos en el sentido moderno, podríamos situarlos en la Edad Media, con la convocatoria al «Parlamento Modelo» en Inglaterra, que creó la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes. Por su parte España, estableció las cortes que surgieron como asambleas consultivas en los reinos cristianos durante la reconquista, donde se reunían representantes de la nobleza, el clero y, en algunos casos, las ciudades.

Revise: Bolivia Bicentenaria: ¿Hacia dónde vamos?

Dichos estos antecedentes generales, en el caso de Bolivia, Antonio José de Sucre, mediante Decreto Supremo de fecha 9 de febrero de 1825, convocó al establecimiento del primer parlamento, que fue fundamental para el establecimiento del nuevo Estado, la República de Bolívar.

A lo largo de nuestra historia republicana, el parlamento boliviano (con sus diferentes denominaciones Asamblea Legislativa, Congreso y otras), ha desempeñado un rol esencial en la construcción del Estado y en la consolidación del país como actor en la comunidad internacional. A pesar de las reformas y ajustes que ha experimentado a lo largo de los años, esta institución sigue siendo el eje de la democracia boliviana.

En una mirada escueta de hechos significativos, se destaca también su rol determinante en la recuperación de la democracia, tras los periodos de gobiernos militares en los 70 y 80. En un primer momento, Walter Guevara Arce asumió la presidencia como titular del Senado (1979), y posteriormente, Lidia Gueiler Tejada, en su calidad de presidenta de la Cámara de Diputados (1979). Finalmente, el Congreso Nacional (elegido en 1980) nombró como presidente de la República a Hernán Siles Suazo (1982), restaurando el régimen democrático y poniendo en plena vigencia la Constitución, reformada en el año 1967.

En tiempos más recientes, el parlamento fue el responsable de viabilizar la convocatoria a la Asamblea Constituyente (2006) y, posteriormente, de acoger las negociaciones y aprobación del proyecto de la nueva Constitución Política del Estado, después del referendo aprobatorio, culminando en el nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia (2009).

Estos hechos, nos demuestran que las instituciones parlamentarias son pilares fundamentales de toda democracia, ya que encarnan la voluntad popular y aseguran la representación plural de la sociedad en la toma de decisiones. Cualquier intento de limitar o restringir su funcionamiento normal, ya sea por parte de otros poderes del Estado o por influencias de actores externos, constituye una flagrante violación de los principios democráticos y constitucionales.

En su recorrido histórico, el parlamento boliviano ha contado con personalidades destacadas que han dejado una huella imborrable, más allá de sus visiones políticas e ideológicas. Entre algunos de estos ilustres individuos se encuentran José Mariano Serrano, Belisario Salinas, Antonio Arguedas, Marcelo Quiroga Santa Cruz, Óscar Medinacelli, Ana María Romero de Campero, Felipe Quispe, entre muchos otros, quienes, con su actuación en el parlamento, marcaron profundamente el rumbo de Patria.

En consecuencia, ser parlamentario es un alto honor y un privilegio que entrega el pueblo. Para trascender en la historia no simplemente se requiere la presencia en el cargo, sino tener la capacidad de marcar la diferencia en medio de un conjunto diverso de personalidades e intereses. En muchas ocasiones, estos intereses pueden desviarse hacia la prebenda y el beneficio personal, sin embargo, el verdadero desafío de un parlamentario radica en superar esas presiones y actuar en favor del bien común, aportando de manera significativa al desarrollo y fortalecimiento de las instituciones democráticas y el proyecto país, Bolivia.

El actual parlamento ha sido, hasta la fecha, uno de los más intrascendentes en nuestra historia reciente. No obstante, a un año de concluir su gestión, aún queda la oportunidad para que sus integrantes rectifiquen el rumbo y reivindiquen su labor en esta bicentenaria institución. De ellos depende que su paso por el parlamento no quede marcado por el olvido o, peor aún, por el desprestigio. Todavía tienen tiempo para tomar decisiones que los coloquen en el lado correcto de la historia y eviten que su legado sea recordado con ignominia.

(*) Diego Pary es representante permanente ante la ONU y exministro de Relaciones Exteriores de Bolivia

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