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El legado de José Gramunt

En la capilla del Sagrado Corazón de Jesús del Colegio San Calixto de La Paz se celebró ayer una eucaristía para recordar al sacerdote jesuita José Gramunt de Moragas, quien murió el 24 de agosto en Cochabamba. Sus restos mortales fueron despedidos con una ceremonia sencilla el pasado domingo, en la que participaron sus hermanos jesuitas y algunos amigos pudieron llegar hasta la capital del Valle. En las redes sociales, decenas de periodistas lo recordaron con gratitud, pues la Agencia de Noticias Fides (ANF) que fundó el 5 de agosto de 1963 se constituyó en una verdadera escuela, ante la ausencia en aquel entonces de carreras universitarias para formar comunicadores.

Autor de la columna de opinión política ¿Es o no verdad?, el jesuita fue un referente en la prensa nacional. Sus puntos de vista, sobre los que siempre había debate, reflejaron su apego por el fortalecimiento institucional del Estado en tiempos en los que los partidos pactaban sobre la base de los intereses ciudadanos. Era conservador en sus ideas, nunca dejó de lado su postura en favor de las libertades ciudadanas. Durante más de 20 años formó parte del selecto grupo de columnistas de La Razón.   

Nacido en Tarragona (España) el 5 de agosto de 1922, Gramunt vino a Bolivia en 1952. Abogado de profesión, optó por la Compañía de Jesús. Se formó como periodista en la Universidad Menéndez y Pelayo (España) y en la Universidad Syracuse de Nueva York. Recibió en 1993 el Premio Nacional de Periodismo, entre otras distinciones, que ponen en relieve el importante legado que el sacerdote jesuita dejó en el mundo del periodismo boliviano.