Según alerta un reciente informe de la OPS, en América al menos 282.000 personas estarían infectadas con tuberculosis, y unas 24.000 fallecieron en 2017 por causa de esta enfermedad. La mayoría de los enfermos vive en Brasil (91.000) y Perú (37.000). En Bolivia se reportaron 12.000 casos, cifra que ubica al país en el octavo lugar en cuanto al número de personas infectadas con tuberculosis en la región. Pero si se ponderan estos datos respecto a la población total de cada nación, Bolivia subiría a los primeros lugares, solo por debajo de Haití.
Huelga recordar que uno de los principales riesgos de esta enfermedad es que muchos de los infectados ignoran su estado. Un desconocimiento tanto más preocupante por cuanto la tuberculosis se puede transmitir fácilmente de una persona a otra a través de las bacterias provenientes de la tos o el estornudo. Además, cuanto antes se detecta esta enfermedad, es también más fácil eliminarla. Tampoco sobra recordar que, según alerta la OMS, se está extendiendo en el mundo una variación de la bacteria que produce la tuberculosis con mayor resistencia a los antibióticos más comunes para combatirla. Ello debido a que algunos de los infectados abandonan el tratamiento, de seis a ocho meses, antes de que concluya.
Ambos hechos ponen en relieve la necesidad de implementar campañas educativas para que la población internalice la importancia de asistir a centros de salud cuando manifiesten los síntomas de esta enfermedad (dificultad respiratoria, tos, expectoración con sangre, entre otros), y de no abandonar el tratamiento en caso de padecerla.