De un tiempo a esta parte, los autorretratos tomados con celulares se han vuelto más que una afición para miles de personas, al extremo de que cada vez son más los investigadores que se preocupan por analizar este fenómeno. Por ejemplo, un estudio publicado en 2014 en la revista International Journal of Mental Health and Addiction reveló que la obsesión por las selfis podría responder a trastornos psicológicos como la falta de autoestima o la necesidad de llenar “un vacío en la intimidad”.
Esto, por una parte, pues las selfis también pueden resultar bastante peligrosas. Y es que cada vez son más los usuarios de redes sociales que procuran convertir sus cuentas en “plataformas” de espectáculos para atraer a la mayor cantidad posible de seguidores, con imágenes y videos de infarto que ponen en riesgo su seguridad y sus vidas. De hecho, según un recuento elaborado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, al menos 259 personas fallecieron entre octubre de 2011 y noviembre de 2017 en 137 incidentes provocados por la realización de autorretratos temerarios o sin precaución.
La mayoría de las muertes ocurrieron en India, Rusia, EEUU y Paquistán. Y como es previsible, estos hechos fueron protagonizados principalmente por varones (un 72,5%), cuya edad media fue de 23 años. Ahogamientos, caídas y accidentes de tránsito y en líneas de tren fueron las principales causas. Hablamos de muertes “absurdas” que deberían llamar la atención de las autoridades y sobre todo de quienes compiten por el mayor número de likes con imágenes que pueden resultar póstumas.